Las imágenes que se registraron en días pasados son contundentes: el presidente Andrés Manuel López Obrador se sintió muy a gusto y da la percepción, por las sonrisas abundantes y las expresiones físicas de aprecio con el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, que la química política fue completa.
En la primera visita del tabasqueño a Puebla, en la era Céspedes, dos objetivos se cumplieron a cabalidad: El jefe de Estado y de Gobierno, pero también líder político, vino a aceitar sus ejércitos rumbo a 2024.
Los servidores de la nación recibieron el mensaje del Presidente y se fueron entusiasmados. Muy entusiasmados.
Van con todo a ganar 2024, y todo es todo, incluyendo lo que se conoce como una “elección de Estado”.
También, el Presidente vino a dar el espaldarazo definitivo y más contundente a Sergio Salomón. Es la segunda ocasión que se ven, ya como gobernador el poblano.
La primera fue el 19 de diciembre, apenas a tres días de la asunción de Céspedes, tras la muerte de Miguel Barbosa Huerta. Ocurrió en Palacio Nacional, para la revisión de la logística de los Bancos de Bienestar.
Ese fue el mismo tema, formal, en la reunión en el Centro Expositor de Puebla capital, de este sábado. Los comunicados oficiales son escuetos.
Subrayan que la reunión de Puebla, como las otras del fin de semana en Pachuca, Hidalgo, y también Tlaxcala, fueron con objetivos oficiales.
“Por segundo día consecutivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó reuniones estatales del Banco del Bienestar con el objetivo de dar seguimiento a esta iniciativa del Gobierno de la Cuarta Transformación implementada para facilitar el cobro de apoyos de los Programas para el Bienestar en las comunidades apartadas que carecen de servicios bancarios.
“Acompañado de servidoras y servidores públicos, el mandatario estuvo en Pachuca, Hidalgo; Tlaxcala y Puebla”, es todo el boletín de la Presidencia.
Un hecho que mostró prudencia por parte del presidente de México, es que no estuvo acompañado por ninguno de los posibles candidatos a gobernador por su partido, Morena. Ni el senador Alejandro Armenta ni el diputado Nacho Mier, fueron requeridos. Buena señal para saber que, al menos hasta ahorita, no hay nada para nadie y que ambos deben seguir recorriendo el Estado para hacerse de dicha candidatura.
No hubo transmisión en vivo en ninguno de los actos.
Los servidores de la nación, como le ha llamado a ese masivo grupo de funcionarios, son el primer contacto con la base social que apoya al Presidente y a la 4T. Son la fuerza y el termómetro de los posibles respaldos, son los que levantan los censos y los que mantienen en funcionamiento esta maquinaria la cual, indudablemente, será echada a andar para el proceso electoral de 2024, el más grande de la historia.
Son los hombres y mujeres que recorren todo el país, en este caso Puebla y los estados del centro, para empadronar para los apoyos en efectivo. Las becas y las pensiones que entrega el Gobierno Federal pasan por sus manos. Los padrones los reúnen ellos. Son su Ejército y los que llevan el pulson en tierra.
En términos metafóricos, el Presidente de la República vino a pasar revista a sus fuerzas. A sus soldados.
A los que, con los programas sociales, le harán ganar el 2024 ante la futilidad y tibieza de la dizque oposición.
Por el otro lado, el apapacho al gobernador de Puebla. Las sonrisas, los abrazos, la mano levantada juntos. Las imágenes hablan por sí solas.