Jorge Marcelino alejo
En tanto se acomodan las fuerzas políticas en Estados Unidos, tras su elección presidencial, en México se avizora que no habrá más trato déspota estilo trumpiano a migrantes mexicanos.
Con la victoria del demócrata Joe Biden sobre Donald Trump, también se acabará la separación de niños de sus padres y aquel trato injurioso que recibieron migrantes mexicanos.
Pero no bastará con que se terminen los agravios en contra de los mexicanos que migran a ese país, es preciso cambiar la historia. La intención es precisamente esa, que cambie la historia. Que la política migratoria entre ambos países tome un nuevo rumbo, que los beneficie, pero sobre todo, que se derive en mejor trato a los migrantes.
Su elección presidencial trajo puntos de encuentro, se acerca el final de una era que se caracterizó por el menosprecio a los migrantes mexicanos–y en general a los latinos-.
Cambiar la historia, sin embargo, se lleva su tiempo y si ambos gobiernos trabajan con acierto, en el 2021 empezaría a tomar forma lo que ha tardado varias décadas. Por eso desde este modesto espacio, le pedimos al Presidente electo de EU y al Presidente de México, que pongan a trabajar a sus gabinetes sobre ese mejor trato a los migrantes mexicanos, que por décadas han “sufrido las de Caín”.
Ese mejor trato anhelado por mucho tiempo, es viable si la Cuarta Transformación se obliga a hacerlo realidad. Ocurrirá si el Presidente de México se aferra a sus postulados de que en su gobierno no “habrá más de lo mismo” y que “no somos iguales” refiriéndose a gobiernos que le precedieron.
Desde luego que será un trabajo duro, durísimo, eso es innegable. Pero los migrantes mexicanos lo merecen porque además son parte del sostenimiento económico de nuestro país. Al Presidente de México tendrá que animarle su razón de hacer las cosas diferentes, pero también, para que de una vez por todas se intente algo firme y duradero que cambie la historia de los migrantes mexicanos a Estados Unidos.
Quedan cuatro años para darle impulso a la Cuarta Transformación del país, y los migrantes no pueden quedar fuera de ella ni de su beneficio. Por lo tanto, le tiene que poner su formato a la política migratoria, para que se releven rancias prácticas entre ambos países.
A lo largo de mucho tiempo, se escribieron cientos de peripecias de migrantes mexicanos, en películas se mostró la crudeza del trato despiadado que les dieron autoridades y estadounidenses racistas. A eso se le debe decir basta. No más.
La historia de los migrantes mexicanos tiene que cambiar. Y más cuando el voto latino e hispano fue decisivo para la victoria de Joe.
M E M O R A N D U M
GANANCIAS
Miles de familias no compran ropa ni zapatos desde marzo de este año, el comercio no ha vendido durante nueve meses. En consecuencia unos quieren gastar y otros quieren vender. De ahí que con el pretexto del “Buen fin”, la vorágine en ventas sea natural. Hasta se rebasaba en los buenos tiempos durante el fin de año.
Pero en este 2020 nada es igual. La pandemia del Covid19 cambió vidas y pretende seguir con las costumbres. La prudencia llama a la puerta y se trata de cuidarnos unos y otros para que el mal no sea mayor.
Por lo tanto, las ganancias tampoco serán las mismas. Aunque si van acordes al 30 % del total que se esperaba, pues en ese porcentaje se permitirá el cupo en comercios y servicios, será suficiente por ahora.
105 MDP
El Grupo Puebla 500 no le perdona al Congreso Local, que sumara a la cuenta de la Auditoria Superior del Estado, nada menos que 105 millones de pesos.
Y hay razón, porque a propuesta de su consejero presidente Leopoldo de Lara, le reclamó que se inviertan recursos en el sector salud, como en crear centros de atención para la pandemia y unidades médicas en Juntas Auxiliares.