- El Issste dispone de personal capacitado para fomentar hábitos saludables entre derechohabientes
- Este 27 de enero se conmemora el Día de la Nutrióloga y el Nutriólogo
- Profesionales de la alimentación son pieza fundamental del equipo multidisciplinario de salud en la tarea de prevenir y combatir enfermedades
- Con sobrepeso y obesidad, 75.2 por ciento de personas adultas y 35.6 por ciento de infantes
Ciudad de México. La ingesta frecuente de las llamadas “comidas vacías”, altas en calorías y sin nutrientes, constituyen gran riesgo para la salud; se asocian a sobrepeso, obesidad, desnutrición y enfermedades crónicas, por lo que es de suma importancia orientar a la población en mejorar sus hábitos alimenticios, afirmó el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Pedro Zenteno Santaella.
Al conmemorar el Día del Nutriólogo y la Nutrióloga, el titular del Issste felicitó a profesionales de la nutrición, cuyo gran reto y responsabilidad es promover hábitos de alimentación saludable para combatir el sobrepeso y la obesidad, que en México afecta a 35.6 por ciento de niñas y niños de entre 5 a 11 años; 35.8 por ciento de personas de 12 a 19 años, y a 75.2 por ciento de adultos de 20 años y más, como consta en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018.
Señaló que el instituto dispone de personal altamente capacitado para apoyar y fomentar hábitos saludables en personas derechohabientes.
En 2020, a nivel nacional el Issste otorgó 170 mil 527 consultas en los servicios de nutrición de las unidades médicas, como reporta el Anuario Estadístico
Por lo anterior, el Issste valora el trabajo y esfuerzo de estos profesionales al considerarlos pieza fundamental del equipo multidisciplinario de salud en la tarea de prevenir, controlar y combatir enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes e hipertensión, que representan 31 por ciento de los motivos de consulta externa en el instituto y están asociadas con hábitos no saludables de alimentación, puntualizó Pedro Zenteno.
La jefa del Servicio de Alimentación y Dietética y nutrióloga del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza”, Stephania Escamilla Zarco, explicó que el sedentarismo y el alto consumo de “comidas vacías”, término que se refiere a los alimentos que poseen gran cantidad de calorías y carecen de nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales, constituyen una de las principales causas de obesidad y sobrepeso.
El reto que tenemos como nutriólogos, dijo, es promover e inculcar en la población buenos hábitos de alimentación y demostrar que una comida saludable también puede ser sabrosa, variada, equilibrada en nutrientes, completa y adecuada para cada grupo poblacional, además de estar siempre complementada al hábito de la actividad física cotidiana en todas las etapas de la vida.
Recomendó a las personas “no esperar a que la enfermedad aparezca o el medicamento sea la solución a todos los problemas, sino atacar desde la raíz y empezar a revisar de manera responsable nuestra ingesta alimentaria; no omitir tiempos de comida, evitar ayunos prolongados y revisar las porciones de algunos alimentos son algunos ejemplos para mejorar hábitos alimenticios”.
El principal problema, derivado de una alimentación no saludable, es el sobrepeso y la obesidad, que a su vez pueden generar enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, diabetes mellitus e hipertensión, padecimientos que figuran entre las primeras siete causas de carga económica de enfermedades en el instituto, como registra el Informe financiero y actuarial 2021 del Issste, .
La especialista explicó que el exceso de peso corporal es también una cara de la desnutrición, otras pueden expresarse en delgadez y debilidad extrema con problemas de anemia, deficiencia de nutrientes como hierro, que a largo plazo debilitan nuestro sistema inmune, encargado de combatir enfermedades por bacterias y virus.
Para orientarse en la selección de alimentos, sugirió poner atención a las etiquetas hexagonales negras que se colocan en los empaques de los productos industrializados a la venta, “nos advierten que los ingredientes de ese producto pueden ser dañinos para la salud”.
“Traen leyendas como alto contenido en azúcar, alto contenido en sodio, alto contenido en grasas trans o alto contenido en calorías; mientras más etiquetas tenga un producto es indicador de que no es la mejor elección para nutrirnos”, afirmó.
Stephania Escamilla recomendó “cuidar las porciones, mantener el consumo de frutas y verduras en cantidades adecuadas, evitar alimentos procesados o industrializados, realizar cinco comidas al día para ayudar al metabolismo a digerir adecuadamente, ingerir de litro y medio a dos litros de agua natural diariamente y evitar bebidas azucaradas como jugos empaquetados y refrescos”.
Pedro Zenteno invitó a toda la población a mejorar sus hábitos alimenticios, realizar actividad física cotidianamente, hidratarse constantemente, evitar la comida chatarra, bebidas azucaradas y, de ser necesario, acudir con las y los nutriólogos del instituto.