Alerta académica: COVID-19 podría incrementar 20% riesgo de suicidio

·       Estudios preliminares calculan que, con la pandemia, los suicidios y sus intentos se han incrementado 43% entre jóvenes de 15 a 29 años

·       En la situación actual se han incrementado los temores, de morir por el coronavirus, de perder familiares, de no generar las habilidades necesarias para enfrentar el mundo venidero, de no tener futuro y, sobre todo, de no tener medios de vida, expone

·       En este ‘Día Mundial para la Prevención del Suicidio’, la IBERO realiza el ‘Coloquio sobre prevención del suicidio’

 

  Pedro Rendón

 

La pandemia del COVID-19, el encierro, estrés, incertidumbre, crisis económica y estados emocionales de angustia que trae aparejados, podrían incrementar hasta en 20 por ciento el riesgo de suicidio, al que es más vulnerable la población joven, dijo la doctora Marian Cerna Trujillo, académica del área de Reflexión Universitaria de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Durante la inauguración del ‘Coloquio sobre prevención del suicidio’, organizado por el Departamento de Reflexión Interdisciplinaria de la IBERO, en esta jornada en que se conmemora el ‘Día Mundial para la Prevención del Suicidio’, Cerna abundó que en la situación actual se han incrementado los temores, de morir por el coronavirus, de perder familiares, de no generar las habilidades necesarias para enfrentar el mundo venidero, de no tener futuro y, sobre todo, de no tener medios de vida.

Asimismo, “estar aislados y separados de las personas que se quieren, con poca actividad física y disminución de los estímulos cognitivos, entre otros factores, han hecho que se vea el suicidio como una salida a tanto sufrimiento”.

Agregó la profesora que el suicidio es una de las principales razones de muerte entre las y los jóvenes que cursan la educación superior. De hecho, la angustia, la depresión y la falta de autoestima generan hasta el 30% de las causas de muerte en las y los estudiantes universitarios, entre quienes, menos de la mitad reciben o recibieron ayuda profesional antes del intento de suicidio o suicidio.

La Maestra Sylvia Schmelkes del Valle, Vicerrectora Académica, añadió que, de acuerdo con cifras previas a la pandemia, el suicidio es en México la cuarta causa de muerte entre los adultos, la segunda entre los jóvenes de 15 a 19 años de edad y la primera entre los jóvenes de 20 a 24 años.

Por otra parte, cálculos muy preliminares de algunos estudiosos, indican que desde el inicio de la pandemia el suicidio y los intentos de suicidio han aumentado 43% entre jóvenes de 15 a 29 años en México, lo que evidencia que se trata de un problema de salud pública de alta relevancia.

Es importante analizar el suicidio desde múltiples perspectivas

Con este panorama, y en el marco del presente coloquio, lo importante de analizar el suicidio es hacerlo desde múltiples perspectivas disciplinarias; desde lo social, desde lo clínico, desde lo educativo. Y como problema complejo que es, hacer este análisis desde sus diferentes causas, donde una de las más importantes es la depresión que, con la pandemia, se ha agudizado entre los jóvenes.

“Los jóvenes están en la etapa de forjar su personalidad, para lo cual el contacto con sus pares, ahora mermado o mitigado por la distancia, resulta esencial; porque es frente a sus pares que ellos adquieren su identidad, identifican lo que los une con los otros y lo que los diferencia. También es la época en la que se dan relaciones amorosas, que preparan para una vida autónoma de los padres; relaciones amorosas seriamente afectadas por la pandemia”.

Pero quizás lo más grave es que la juventud es la época en que las personas hacen planes de vida, y el futuro se ha vuelto incierto, al tener que vivir en una época crítica, con agobio por la incertidumbre que trae consigo un mundo en crisis en el que los cambios que vienen son difusos, frente a lo cual planear y proyectar se hace casi imposible. Esto genera ansiedad y depresión, que llevadas al extremo pueden conducir a deseos o incluso intentos de suicidio.

Atacar esas causas que llevan al suicidio es algo que debe hacer una universidad, y por eso la IBERO está muy preocupada por tratar de propiciar la convivencia, la colaboración, el trabajo entre las y los jóvenes, los eventos lúdicos y el entretenimiento compartido, tanto en el aula como en la vida extraescolar. “No suplimos la presencia, eso no se puede suplir, pero al menos no nos conformamos con la distancia que se convierte en aislamiento”.

La Universidad Iberoamericana también está muy atenta a las necesidades de apoyo psicológico, por lo que desde hace meses convocó a quienes integran su área de atención psicológica, a sus egresadas (os) certificados en terapia, y a quienes ofrecen sus servicios en el área de atención a estudiantes, para estar disponibles a ofrecer atención cuando ésta se requiera.

Además, “fortalecimos academias, a través de las cuales se trabaja con los maestros, para que abran espacios en sus clases para el desahogo y para que capten situaciones que requieren apoyo profesional. Y queremos abrir causas para que las y los estudiantes se sientan útiles, trabajen para otros, presten servicios a distancia mediante prácticas profesionales, servicio social e iniciativas que los propios jóvenes están armando y proponiendo”.

Y sobre el coloquio, la Vicerrectora mencionó tener la certeza de que en éste se van a poder plantear formas de atender las causas exacerbadas del suicidio en general, y del juvenil en particular. Y que lo que se analice y discuta servirá para tener una mejor comprensión del suicidio y para fundamentar mejores intervenciones.

Al aportar otros datos acerca del suicidio, la Dra. Marian Cerna comentó que en los últimos 45 años el índice de suicidio ha aumentado 60% a nivel mundial. En México, no se han logrado disminuir los casos de suicidio, al contrario, en los últimos 10 años han tenido un incremento, al pasar de 3 a 5.2 suicidios por cada cien mil habitantes.

Prevenir el suicidio, señaló, demanda una coordinación y colaboración de los actores, sociales, de salud, educativos, de trabajo, la religión, la justicia, la política y los medios de comunicación.

En la inauguración del ‘Coloquio sobre prevención del suicidio’ también participaron el Dr. Javier Cuesta Hernández, director de la División de Humanidades de la IBERO; y el Dr. Fernando de la Fuente Vargas, S.J., director del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria de esta misma Universidad.