Alberto Atilio Peralta Merino
Una mujer madura investida de un enorme poder, pretende ocultar las veleidades de su hijo muerto el verano previo, siendo acosado por una turba de jovencitos menesterosos en una playa del Brasil, que muy bien pudiera ser la de Copacabana.
Por primera vez, el joven poeta quién jamás publicaría nada de su obra en vida, no sería acompañado en la ocasión por su madre que comenzaba a perder de manera manifiesta la lozanía de la juventud, sino por una parienta mucho más joven y, asimismo, también, mucho menos acaudalada.
Dos piezas periodísticas clásicas de muy alto nivel, dignas de figurar en cualquier antología, entrelazan obras literarias con sus respectivas versiones fílmicas en espejo a la cobertura informativa de los acontecimientos presenciados por sus respectivos autores.
Peter Robb, disecciona, en un artículo formidable, la composición y desempeño de la mafia que abordara en su célebre libro “Sicilia a la Media Noche”, entrelazándola con la crítica tanto literaria de la novela de Lampedusa como cinematográfica, en relación a la versión del “Gatopardo” de Lucchino Visconti.
Robert Fisk, el recientemente fallecido corresponsal en Beirut del diario “Theguardian”, realizó por su parte en ejercicio similar ,al cotejar su formidable cobertura de la masacre de refugiados palestinos en 1982 con “El Reino de los Cielos”, la magnificente cinta protagonizada por Orlando Bloom y Eva Green, remontándose en su reflexión el clásico relato de Torcuato Tasso sobre Saladino y la reconquista musulmana del reinado cristiano inaugurada por Godofredo de Boullon.
En la pieza teatral de Tennessee Williams, la añosa madre poderosa, esgrime el poder que le brinda su fortuna con miras a presionar a los centros de salud de la localidad y que dependen de sus donativos para que un joven neurólogo le practique una lobotomía a la joven pariente acompañante de su hijo en el momento de su deceso.
Montgomery Clift, el joven neurólogo en la versión fílmica dirigida por Joseph L. Mankiewicz, se rebela tras manifestar su conmoción ante la docilidad con la que autoridades y personal médico y hospitalario tildan de desquiciada al personaje caracterizado por Elizabeth Taylor.
La añosa madre poderosa, encarnada por Katharine Hepburn ha desplegado todo su poder para ocultar las veleidades que llevaron a la muerte a su hijo y de las que ella, con unos pocos años menos, también había disfrutado hasta hace muy poco.
No podía permitirse por ningún motivo, que aquella pariente vergonzante difundiera noticias de marcado carácter obsceno e indecente respecto a la estilizada imagen de un poeta tocado por la más sublime inspiración.
No fue el año pasado con la llegada del solsticio , sino en la conmemoración de los “fieles difuntos” cuando el “niño diamante”( o algo por el estilo) y su hermano , fueron ultimados a tiros en el estacionamiento de un centro comercial, sin que hasta el momento se haya dado avance alguno en las pesquisas conducentes del caso.
Repentinamente, eso sí, como en el título de la obra teatral, al unísono de que la voz de los dolientes solicitaba no hurgan en la vida de sus hijos “víctimas de la inseguridad rampante”; los voceros oficiosos de la localidad, por su parte, inventaban supuestas osadías, derivadas de un añejo relato de fuga que a las claras había sido previamente acordado con las fuerzas de seguridad en virtud de las influencias en juego.
En medio de un lenguaje críptico, propio de los asistentes en la década de los ochenta al “Bar Cero” de la llamada “Zona Rosa” en la Ciudad de México, se habló de “un alma atormentada”, al unísono de que, contraviniendo el señalamiento de que las víctimas habían caído a consecuencia de la “inseguridad reinante”, se constreñían a esgrimir que en el asunto en cuestión no había expresión alguna de inseguridad, ya que ninguna de sus pertenencias les habría sido sustraída, a ellos tan sólo les habían privado de la vida.
Recuerdo en contrapartida una charla sostenida con un amigo que estuvo al frente del entonces denominado “C4” en Colima, quién me decía, en relación a la crisis de inseguridad en la localidad que fuera objeto de señalamiento por Naciones Unidas , – recientemente el todavía semanario PROCESO, publicó un amplio reportaje sobre las fosas clandestinas encontradas en Tecomán-, que “aquí no hay robo de vehículos o de autopartes o de casa-habitación, el delito que se presenta en la localidad prácticamente en exclusiva es el homicidio doloso”.
Ante actual arribo del solsticio, lo que “repentinamente” llama la atención, en medio de los dimes y diretes encontrados que al efecto se vertieron meses atrás tras el trágico homicidio de dos hermanos, es que, a la fecha, no se haya avanzado en lo más mínimo en la pesquisas que el caso amerita, en tanto que pareciera, que, en contrapartida, se prefiriese practicar alguna lobotomía a quién algún poderoso quisiera declarar demente, como en la obra teatral de Tennessee Williams.
Pd.-Próximamente se conmemorarán 200 días de gobierno local, me pregunto si con tal motivo habrá banquete en horas laborales, con todo y crónica almibarada al estilo Mimí García Barna, por lo demás, y dadas las actuales declaraciones en boga me permito recomendar la lectura de ésta añejo artículo:
Impugnación independiente a la constancia de mayoría en Puebla
Aun cuando no obtuvo el voto de la mayoría en el pleno del Tribunal, el proyecto formulado por el magistrado ponente en la ocasión, se pronunciaba por la nulidad de la elección.
En el alegato verbal, incluso los magistrados que votaron en contra del proyecto, se inclinaron a ponderar la ingeniosa argumentación que el suscrito había elaborado en la ocasión.
Resultado de lo anterior, se contribuyó ampliamente al debate a nivel nacional, por lo demás, hoy un integrante del grupo gobernante en aquellos momentos ha confesado públicamente la perpetración de un fraude electoral en la jornada referente al caso.
Lo que sí ha sido “ bateado”, por lo menos hasta el momento, son los argumentos de la defensa de Eukid Castañón.
Cabe aclarar, finalmente, que, dado el caso de que en la ocasión haya sido “bateado”, también lo habría sido el extinto Gerónimo Miguel Barbosa Huerta.