Jorge Marcelino Alejo
Adelantarse a difundir el aumento del 6.5 % a las tasas de interés, como lo hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador en la Convención Bancaria de Acapulco, será otra marca para identificar al sexenio de la Cuarta Transformación.
Y como para que se grabe bien en la memoria, la discusión es si el Mandatario violó o no la autonomía del Banco del México.
Pero mientras eso ocurre, no podemos soslayar que si la inflación llegó al 7.3 % en este marzo que finaliza, con el aumento a las tasas de interés se le da nuevo empujón a la expectativa inflacionaria que nos ha acompañado en este primer trimestre del año.
Y por si fuera poco, la disposición de subir las tasas frena inversiones y demanda de créditos. Con ello se va mermando la capacidad de la planta productiva y por consiguiente, no habrá soportes para fincar la reactivación económica. Mucho menos hablar de crecimiento.
El panorama es complicado porque Victoria Rodríguez Ceja como gobernadora del Banco de México, reconoce que el conflicto de Rusia- Ukrania repercute más en el incremento de precios en energéticos y granos.
Unido a ello el Secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, advierte que si el conflicto bélico se prolonga, el precio del petróleo continuará su incremento igual que los energéticos. Esta situación aun cuando beneficia a México por ingresos adicionales en exportaciones de petróleo, es incierta al futuro, porque de alargarse la guerra, se tiene que seguir subsidiando al costo de las gasolinas.
Ese subsidio le puede resultar demasiado caro a México, porque pierde la oportunidad de obtener algún otro beneficio del ingreso adicional en exportaciones de petróleo, pero bien podría canalizarlo para apoyar la producción, distribución y comercialización de granos para contrarrestar la inflación en alimentos.
Dicho en otras palabras, que en lugar de subsidiar a los energéticos, mejor se subsidie a los alimentos, o por lo menos, a los de la canasta básica.
Hay que recalcar lo inevitable en esta tesitura, a consecuencia del alza de precios se pierde mayor poder adquisitivo en las economías locales, donde lo usual, es que quiénes más resienten el impacto inflacionario son los que tienen ingresos fijos, y peor aún, para quienes no los tienen.
Esa resonancia inflacionaria que es continua en las últimas semanas, por la secuencia de la guerra, aumento de precio del petróleo, aumento a energéticos y aumento a granos, reclaman una mejor decisión en materia de subsidios de parte del Gobierno Federal y de las autoridades monetarias y hacendarias.
Esa decisión por supuesto, tiene que afrontar efectos inflacionarios antes de que haya crisis en los sectores que mueven a la economía del país.
M E M O R A N D U M
TURISMO NEGOCIOS
Tras suspenderse la Convención Bancaria en el 2021, con motivo de la pandemia del Covid 19, ahora que en este año vuelve a efectuarse en Acapulco, se advierte nuevamente que hay ricas vertientes en prestación de servicios que alientan la reactivación económica.
Con la celebración de esta Convención Bancaria, nos da la impresión de que se estará reviviendo el turismo de negocios, pues con ello se despierta el interés por las convenciones y congresos de organismos empresariales en varios puntos del país, especialmente, en los que se cuenta con atractivos que invitan al relax además del intenso trabajo.
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