Jorge Marcelino Alejo
Igual que niños con zapatos nuevos, están los nuevos presidentes municipales en la entidad poblana –incluidos los reelectos-, pero algo puede empañar los planes de algunos, sobre todo en aquellos que no son amantes de las cuentas claras y la transparencia en el manejo de recursos públicos.
Resulta que en el combate a delitos fiscales, Hacienda emprenderá una nueva faceta porque infiltrará a gente para detectar a empresas factureras.
A decir del Procurador Fiscal de la Federación Carlos Romero Aranda, destacó que utilizará infiltrados –mejor conocidos como soplones- para perseguir y desmantelar empresas factureras. Dijo que los infiltrados les van a poner las cabezas.
Y Hacienda se las cortará, le agregamos.
En su reciente comparecencia ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, Romero Aranda también expuso que ya existen ordenes de aprehensión en contra del empresario Víctor Álvarez Puga y su esposa Inés Gómez Mont, que presuntamente están acusados de desviar recursos públicos, delincuencia organizada, peculado y participación en operaciones ejercidas con recursos de procedencia ilícita.
Aquí se observa que estos delitos, más lo que se acumulen en esta semana, se desprenden de la evasión y elusión fiscal, que es lo que persigue Hacienda a través del Sistema de Administración Tributaria y la Procuraduría Fiscal de la Federación.
Desde luego que no se pasa por alto, que el uso de facturas falsas se convirtió en una práctica rentable para empresarios y políticos, por lo que Hacienda podría recuperar miles de millones de pesos. De hecho de las 570 denuncias presentadas ante la Procuraduría Fiscal, se podría reparar un poco el daño causado al erario púbico por alrededor de 20 mil millones de pesos.
En el próximo ejercicio fiscal, habrá que ver hasta dónde llega está ingeniosa idea de la Procuraduría Fiscal de la Federación, que dicho sea de paso, nadie se había atrevido a emplear soplones porque de que los hay, los hay.
Pues con este panorama hacendario, los nuevos gobernantes y sus gabinetes, seguramente están bien informados de que existe una “lista negra” de más de 900 empresas que están bajo la lupa fiscal, al ser consideradas como empresas factureras y empresas fachada o fantasmas.
Pero de lo que no están bien informados, es de cómo o por dónde les llegarán los infiltrados hacendarios, que por supuesto, los soplones no se presentarán portando gafete ni pidiendo revisar sus egresos, ni mucho menos, solicitarán el nombre de las empresas a quienes les compren bienes y servicios.
M E M O R A N D U M
CHATARRA
En quinquenios atrás se alentó la entrada al país de carros “chocolate”. Se aseguraba que gran parte de ellos ayudarían a los agricultores mexicanos en sus labores del campo.
Pero había reacciones en contra. Se alegaba que no entraran esos vehículos que esencialmente exportaban los estadounidenses, simplemente, porque se deshacían de su chatarra enviándola al patio de atrás. Y también, porque esos automotores pronto serían basura, pues cuando sufrían averías, no había refacciones para ellos. Al final los agricultores, si podían, los vendían como “fierro viejo”.
En tiempos de la 4T, en lugar de aprobar la regularización de los “chocolate”, como la incluyeron los legisladores en la Miscelánea Fiscal 2022, ¿Por qué no negociar buenos precios con fabricantes automotrices en México, y que los agricultores aztecas adquieran vehículos nuevos y logren mayor productividad en el agro.
Así los librarían de comprar chatarra extranjera.
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