Jorge Marcelino Alejo
Con la convocatoria de la Conferencia del Episcopado Mexicano –CEM- a los candidatos presidenciales, para que firmaran compromiso por la paz, más el intento de los Obispos de Guerrero y de otras entidades, para demandar tregua a la delincuencia en sus crímenes –al menos en la Semana Mayor- se percibe que la Iglesia Católica muestra su búsqueda por la paz.
El anhelo es que esa paz permita sana convivencia de la sociedad, y sea fructífero el trabajo en bien del progreso socioeconómico.
Por eso es desafortunado que las tentativas de los Obispos con los delincuentes, no fueran satisfactorias. No hubo el eco esperado y sus crímenes que más laceran como la extorsión, terminan por aniquilar los negocios y desalienta el surgimiento de nuevas empresas.
El Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, apuntó que esa misma intención de buscar a líderes de la delincuencia para pacificar su entidad, tampoco le dio buenos resultados. Esos grupos, señala, solo buscan dominios de territorios para obtener más dinero, aun cuando les pedimos que no extorsionen y respeten vidas y bienes ajenos.
El Obispo de Chilpancingo –Chilapa José de Jesús González, denunció que por la extorsión que sufren campesinos y comerciantes, ellos prefieren cerrar sus negocios y huir a otras partes o emigran a Estados Unidos.
Aquí el Arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinosa, demanda en forma permanente el combate a la violencia y la defensa de la vida. Es insistente en rechazar la cultura del descarte.
Desde su regreso del Vaticano, tras la Visita Ad Líminun al Papa Francisco en junio del 2023, Sánchez Espinosa apuntó que habría mayor participación de la Iglesia en la pacificación del país.
Y eso es lo que aflora.
Es de entender entonces, que ante las consecuencias de esos delitos que muchas veces se tiñen de rojo, los clérigos no pueden quedarse en lamentos ni con los brazos cruzados, porque no solo es poner tope a la criminalidad que trastoca a la economía y trae desolación y muerte, sino que como ellos mismos apuntan, es buscar la conversión de los delincuentes que llevan un camino negativo.
Por esa razón la Iglesia elige los Diálogos de paz para buscar la pacificación del país.
En esas circunstancias, cabe la meditación en la presente Cuaresma de trabajar por la paz en todas las comunidades. Más en aquellas donde se flagela a empresarios de pequeños negocios que se mueven desde la endeble economía familiar.
Sin embargo, el quehacer es escabroso.
Qué falta para contener ese alud de violencia y muerte. La criminalidad tiene que recapacitar, no puede darse el lujo de ignorar que sin tranquilidad social, se deprime la economía y no se crean empresas ni empleos.
M E M O R A N D U M
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Es sorpresa que el empresario Carlos Sosa Spinola, a sus treinta y cinco años irrumpa como nuevo presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación –Canacintra Puebla-. Podemos decir que es el presidente más joven en la trayectoria de esta cámara.
De los proyectos que incluyó en su plan de trabajo 2024-2025, y que van enfocados a la innovación, sustentabilidad, implementación de la inteligencia artificial, electro movilidad, medio ambiente y ordenamiento territorial, se anticipa que deberá dedicarle tiempo extra a la Inteligencia Artificial –IA-.
En la planta industrial persisten entre otras dudas, que la IA eliminará empleos, que se debe apurar su legislación para regularla y que hay premura para capacitar al personal que la aplicará.
Ahí está el reto, pero se advierte que hay visión al admitir que en tiempos de cambios, los empresarios tienen que ir más rápido ante el dinamismo que trae el mercado global.