Héctor Sánchez Morales
Jorge Marcelino Alejo
De los graves pendientes que dejó el extinto gobernador Miguel Barbosa Huerta, fue revisar y renegociar la deuda pública de Puebla. Al iniciar su mandato, admitió que el adeudo heredado era de 44 mil millones de pesos, aunque en su Segundo Informe de Gobierno, apuntó que ascendía a 48 mil 290 millones de pesos.
En aquel momento se cuestionó la cantidad. Se arguyó que era mucho más dada la opacidad y corrupción con que Administraciones Pasadas negociaron aquellos instrumentos financieros de Plan Prestación de Servicios –PPS- y las Asociaciones Público Privadas –APP-.
Y de ahí viene la maldición financiera, pues mientras los acreedores se alegran de recibir amortizaciones de la deuda pública de Puebla, los poblanos sufren carencias al grado tal, que el Índice de Desarrollo Democrático México –IDD México- entre otras puntos que subraya de Puebla, le sugiere mayor atención al desempeño en salud, mortalidad infantil, educació0n y atención a la pobreza; además tiene que ampliar la competitividad de la inversión pública y se atraigan oportunidades de inversión.
Eso nos lleva a preguntar, por qué no se ha generado inversión importante en obra pública, esa que en verdad aumenta la infraestructura al menos en áreas de salud y educación, comunicación y transporte.
Por todo ello es tiempo de que venga algo bueno para Puebla, especialmente en la disposición de recursos. Tal vez sea un arranque de optimismo, pero en pocos meses esperamos alguna definición sobre el destino que tendrá la deuda pública de Puebla.
Habremos de reiterar, que en las próximas décadas los poblanos no merecen estar condenados a dejar el sudor de su trabajo en el pago de intereses de esa deuda millonaria. Muestra de ello es el siguiente dato: En enero del 2022 la Secretaria de Finanzas María Teresa Castro, informó que se pagaron por el servicio de la deuda en el ejercicio 2021, 544 millones de pesos. De ellos 187 millones fue pago de capital y 356 millones por intereses.
Casi el doble del capital en intereses.
En serio esperamos, que nuevas definiciones liberen a Puebla de esa traba que la maniata para emprender proyectos que beneficien la calidad de vida de los poblanos.
Ya son varios gobernadores que omiten renegociar la deuda pública. Solo adoptaron la cómoda postura de pagar cientos de millones de pesos por el “servicio de la deuda”.
Alguien tiene que atorarle.
Acaso será el gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes, o alguno de los aspirantes Morenistas al Gobierno del Estado el senador Alejandro Armenta o el diputado federal Ignacio Mier.
O quizá gente de otros partidos, tendrá la sensatez de liberar a Puebla de esa herencia maldita.
M E M O R A N D U M
EMPRESARIOS
Para Héctor Sánchez Morales, como presidente entrante del Consejo Coordinador Empresarial de Puebla, será ineludible afrontar roces que se den con el Sector Gubernamental, durante el proceso previo a las elecciones políticas del 2024. Es complicado cuando figuran empresarios que –como en otros tiempos- participan con el deseo de ingresar al Sector Público.
Salir avante de ellos, más lograr la armonía en la relación empresarios-gobierno que se perdió hace mucho, será el mérito de Sánchez Morales. Nadie dice que es fácil porque varios lo han intentado.
Ese es el reto.
AGUA Y ELECTRICIDAD
A cuatro años de que inició actividades, la Planta Procesadora de Carne de Cerdo (tipo TIF) de Granjas Carroll de México, cuenta con producción automatizada, sistemas de tratamiento de aguas residuales, generación propia de electricidad y sistema de inteligencia artificial que preserva el medio ambiente.
Por ello está colocada como una de las plantas más innovadoras a nivel mundial.
joma61@hotmail.com