Jorge Marcelino Alejo
La flamante hornada de diputados de la LXI Legislatura Local, en semanas más dejará un rezago de 1,300 Iniciativas de Ley pendientes. La historia les cobrará la factura que adeudarán a la ciudadanía, aunque ésta desde ahora les pague sus dietas.
Pero hay más rezago burocrático: En la Junta Local de Conciliación y Arbitraje existe un rezago de 32 mil expedientes, que según estimaciones se finiquitarían en el año 2048.
La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje arrastra 10 mil litigios rezagados. Mientras tanto los abogados que piden la reapertura de esta Junta, informan que han visto morir a 11 trabajadores que ya esperaban su pago.
Para no quedarse atrás, el Censo Nacional del Sistema Penitenciario Federal 2023, informó que en Puebla de 7 mil 603 reclusos, 4 mil 269 no tienen sentencia. Bueno, recordamos que el Fiscal de Puebla informó a principio de año, que había rezago de 15,566 órdenes de aprehensión, y que cumplirlas, se tardaría 9 años.
Por supuesto que no es fácil calcular el número exacto de expedientes rezagados en todas las dependencias públicas, pero este pequeño muestrario solo en Puebla, nos dice que esos trámites burocráticos no pueden seguir con tal lentitud.
Aquí cuenta que las dependencias arguyan falta de infraestructura, personal o papelería. Que los burócratas sean haraganes o no tengan espíritu de servicio. O tal vez sea falta de acierto en directrices gubernamentales sean Federales, Estatales o Municipales.
Lo cierto es que miles de asuntos no avanzan.
Y no es que falte interés de los Gobiernos para atender esta dilación burocrática. Ellos proceden conforme a sus estilos y programas pero enfocan su atención a otros problemas de igual o de mayor envergadura. A ellos les dedican tiempo, solvencia económica y recursos humanos, en tanto, esa demora burocrática se aproxima a convertirse en archivo muerto tras décadas de empolvarse.
En este entorno impresiona el dato de Experis México de Mampower Group, de que en 2023 aumentó del 39 al 55 % el número de empresas que utilizan herramientas de Inteligencia Artificial –IA-, por beneficios de ahorro de tiempo y mayor creatividad.
Es por ello que en aras de ese pavoneo tecnológico actual con la IA, la 5 G y otros adelantos que asombran, cabe preguntar: ¿Podría hacer algo la Inteligencia Artificial para destrabar ese descomunal rezago burocrático?
Queremos imaginar que ese avance tecnológico, tan elogiado y aceptado por nuevas generaciones, ayude a solucionar miles de asuntos en manos de la tramitología burocrática, que eleva costos en la planta empresarial, le pone estorbos al desarrollo económico, y va en detrimento del sector social.
En este último viene aparejado el desencanto ciudadano, que atrapado en un mar de leyes y de trabas burocráticas, quién sabe si tenga vida para ver si algún día se finiquitan sus expedientes.
M E M O R A N D U M
70 Y MÁS
En una de sus mañaneras, el presidente Andrés Manuel López Obrador refirió que no hay empresario -de los grandes- que haya fracasado. Al contrario, todos han tenido utilidades. Lo atribuye a que aumentó el consumo pues 30 millones de mexicanos reciben una transferencia bancaria de programas sociales.
Así es, de acuerdo a la lista de Bloomberg, la riqueza de los hombres más ricos de México aumentó en promedio 226.6 %. Algo más de 158 mil millones de dólares en conjunto. Ahí están apellidos como Slim, Larrea, Salinas, Bailleres y Beckmann.
Y todavía, en algunos faltaría sumar los 6 mil pesos bimestrales por el programa de “70 y más”. No olvidemos que López Obrador decretó que este beneficio social incluye a todas las personas de la Tercera Edad.
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