Jorge Marcelino Alejo
Qué tan necesario sería un líder empresarial en Puebla.
O que una mujer asumiera ese rol. Más ahora que se perfila a mayor empoderamiento, porque no le amilana ninguna ocupación política, empresarial, científica u otras.
La cuestión es ver si se reclama un líder, porque en el centro del país bastó que Carlos Slim Helú les dijera a los empresarios que es una tontería estarse peleando a “periodicazos” con el Gobierno Federal, para que en efecto, no se levantaran olas con la nueva directriz del Consejo Coordinador Empresarial.
Sí. Así fue.
No pasó nada con el relevo de Carlos Salazar Lomelín como presidente del Consejo Coordinador Empresarial nacional. Su nuevo presidente Francisco Cervantes simplemente ofreció diálogo con el Gobierno y oportunidades para los empresarios.
Subrayamos que en los últimos meses, se cuestionaba si en lugar de Francisco Cervantes a quien se le identifica como afín al Presidente AMLO, quedara mejor Bosco de la Vega, fogueado en el Consejo Nacional Agropecuario y que se caracteriza por un discurso más incisivo.
Pero bueno, ya está Francisco Cervantes. Y no fue incómodo al entrar en funciones. Él confía en el diálogo como su herramienta de trabajo. Y eso nos da la impresión de que surtió efecto el lineamiento de Carlos Slim.
Por supuesto no se trata de apostarle a una relación escabrosa, pero no se puede soslayar que la actual entre empresarios y el presidente AMLO, no ha sido lo armoniosa que se esperaba. El mismo Presidente reconoce que la tensión aumentó cuando a causa de la pandemia –que le tocó a Carlos Salazar- los empresarios le plantearon nuevo endeudamiento financiero para encausar la reactivación económica. Obviamente les dijo que no.
Con lo anterior la perspectiva es simple, si los Consejos Coordinadores Empresariales en las entidades siguen la misma línea de no pelearse con el Gobierno, querrá decir que tras esa actitud se acata la observación del magnate Carlos Slim, que aun cuando no tenga título de líder empresarial, su papel es relevante y decisivo como lo registra su trayectoria en los últimos sexenios. En ellos su presencia es tomada en cuenta, y no en pocas ocasiones ha sido requerida.
Con todo esto y cayendo en el escenario poblano, si a AMLO le faltan tres años al igual que al gobernador Miguel Barbosa, nos preguntamos si cambiaría el panorama entre empresarios y Gobierno estatal, si una voz empresarial perfila senderos que ayuden a que esa relación rinda frutos en la economía regional, porque hay que reiterarlo, no se han visto esos frutos en la primera mitad del sexenio.
Si se escucha esa voz, si surge una o un líder, se constataría que en la lid empresarial poca o mucha sustancia dejó la escuela que en su momento hicieron Abelardo Sánchez o Gerardo Pellico, solo por citar un par de nombres.
M E M O R A N D U M
DETERIORO ECONOMICO
La ejecución masiva en el municipio de San José Gracia en Michoacán y el zafarrancho en el estadio de futbol de Querétaro, nos muestran que la violencia es creciente, siembra el temor de ser incontrolable y traería mayor deterioro económico.
Que si es por pérdida de valores, que si por oídos sordos a continuos llamados para contenerla expresados por guías espirituales como el Arzobispo de Puebla Víctor Sánchez, la triste realidad es que la violencia devaluó tanto la vida del ser humano que prácticamente no vale nada.
Si la pandemia minó la existencia humana, dejó miles de familias destrozadas, adversidad económica y miles de proyectos de vida perdidos, la violencia socava aún más al país sin tope que la detenga.
Pero si va cediendo la pandemia, y en ello vemos una luz encendida, faltaría voluntad política, trabajo duro y una acertada estrategia para ponerle el freno que necesita.
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