Jorge Marcelino Alejo
Esa sanción que se aplicó a Volkswagen de México luego de la investigación de la Secretaria del Trabajo, tras queja del Gobierno de Estados Unidos en contra de la armadora, es una significativa llamada de atención para los sindicatos y en general para la clase trabajadora del país.
Y lo es en mayor medida, para la fuerza laboral poblana que le presta sus servicios.
Y vaya que la sanción tiene su peso: Se le obliga a la empresa alemana a restituir con sus mismos salarios y puestos de labor, a una decena de trabajadores que habían participado en actividades sindicales, y que despidió de manera injustificada.
En una fase de la sanción, se muestra lo que de tiempo atrás se aplica en otros países en la relación empresa-obrero. La armadora, por tanto, dentro de ese englobe está sujeta a cumplir con los acuerdos internacionales que las rigen.
Y no es que los trabadores sindicalizados ignoren, o no estén enterados de lo que se hace en otros países, más bien, el mensaje a los sindicatos es que apuren el paso para prepararse, para que dimensionen con precisión, que la revisión de un contrato colectivo, es mucho más que el incremento salarial y mejora de las prestaciones.
Tiene que prevalecer la defensa y protección de la mano de obra mexicana, tantas veces vilipendiada cuando se reclaman beneficios sindicales, aunque, cuando se quiere presumir que México es una potencia exportadora, se alardea que está a la altura del ámbito laboral internacional.
Por ello desde mi torre de marfil, nos atrevemos a sugerirle a esta fuerza laboral que junto con la empresa revisan su Contrato Colectivo de Trabajo, que enfoque sus baterías a negociar un porcentaje que mitigue los efectos inflacionarios y restituya el poder adquisitivo del trabajador, pero también, que estén alertas en la actualización sindical que nunca cesa.
Cada etapa marca la relación entre los factores de la producción. Si ahora evocan 50 años de conquistas sindicales en VW. Por supuesto que cuentan, pero ya son historia, desde la fuerte incursión de la tecnología en los factores de la producción.
Está claro que ya es otra herramienta para la negociación en la lucha sindical, otras tesituras enmarcan la organización de la producción.
Por ello, dispongan del tiempo que requieran para prepararse en esa lucha que es continua, tienen que sacar la casta e ir por un nuevo sindicalismo que reclama el país y su clase trabajadora.
De ese modo, debatirán como lo hace cualquier obrero del mundo en el foro sindical que se planten, siempre buscando la armonía entre la empresa y el trabajo, para que la producción salga adelante en beneficio de y para todos.
M E M O R A N D U M
COMERCIO
Para la actividad económica del país, no deja de ser preocupante la sombra de recesión que se dejó sentir a principio de semana en Estados Unidos, atribuida esencialmente a que su tasa de desempleo alcanzó el nivel más alto en los últimos tres años (del 3 al 4.3 %).
En ese entorno el presidente AMLO infundió confianza ante la inestabilidad financiera, que por ese efecto se generó en mercados externos.
Nuestra economía resistirá, como resultado de la estrategia económica aplicada por su Gobierno, comentó.
Sin embargo los temores que surgieron en varios sectores económicos, es que cuando asoma la recesión en el mercado estadounidense –en este caso por desempleo- es el comercio entre ambos países el que resiente los primeros embates.
Se espera entonces, que pronto se disipe esa nube que parece anticipar debilidad financiera en el vecino país.
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