Jorge Marcelino Alejo
La anunciada venta de Banamex por parte de la firma estadounidense Citigroup, ya suma decenas de resonancias que nos intriga saber su destino final, sobre todo, cuando crece la intención de que Banamex se mexicanice.
Un señalamiento que despertó el interés de la ciudadanía, además de las partes involucradas, fue externado por el Canciller Marcelo Ebrad avalado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que el patrimonio Banamex debe ser de la nación.
Ellos coinciden en que se preserve el patrimonio cultural que contiene la Fundación Cultural Banamex. Como políticos tocan la sensibilidad nacionalista, pues ese acervo patrimonial data de los años setentas del siglo pasado, con la historia incluida del Banco Nacional de México.
Esto nos dice que varias generaciones de mexicanos convivieron con la sigla Banamex.
También se siguen alzando voces para que empresarios afines a la Cuarta Transformación se unan para comprarlo. Otros hombres de negocios en lo individual, no desestiman la compra de la institución financiera, bueno, los mismos bancos se interesan entre ellos Santander y Banorte.
Ahora bien, desde aquí le ponemos un porcentaje más de nacionalismo, al potencial financiero que representa dicho banco para la planta productiva mexicana. Y con esa óptica, le hacemos eco a que sean mexicanos los que se queden con la infraestructura Banamex, y aún más, que sea capital poblano el que lo adquiera mediante una hábil negociación.
Es decir, si quiere, el capital poblano puede cambiar la historia que viene de décadas atrás, cuando en el sector empresarial se hablaba de darle forma al “Grupo Puebla”. Se decía que estuviera integrado por lo más granado de empresarios e industriales poblanos.
Eran los tiempos del Grupo Monterrey, Grupo México (en el entonces Distrito Federal) y Grupo Guadalajara-. Los empresarios, animados porque se formara el “Grupo Puebla” incluían proyectos como que el capital poblano, volviera a tener su propio banco, tras las experiencias en el Banco de Puebla y el Banco de Oriente.
La puesta en venta de Banamex, aun cuando se diga que está en el cuarto sitio en el renglón financiero del país, después de ser el segundo, puede ser una llamada al capital poblano para que le llegue el estirón financiero que tanto ha esperado.
Es más, si se nos permite una abierta especulación, decimos que de no surgir compradores de otros países, la venta de Banamex podría ser el inicio de que la Banca en el país –o parte de ella- regrese a manos mexicanas.
M EM O R A N D U M
MÁS TIRRIA A IP
La elección más esperada en este principio de año, es la del nuevo presidente del Consejo Coordinador Empresarial nacional, que relevará a Carlos Salazar. El ungido deberá tener la audacia para limar asperezas con el Gobierno Federal, y así, la relación de empresarios y Gobierno sea más cordial. Esa sería la tónica a seguir.
Carlos Salazar no pudo.
Y menos cuando al menor gesto, el Presidente López Obrador arremete contra empresarios.
El problema es que en varios estados ocurre lo mismo. Por ejemplo en Puebla el gobernador Miguel Barbosa volvió a vapulear a Coparmex de Rubén Furlong por exigir mayor seguridad. No cooperan para comprar equipos de seguridad, les reprochó el gobernante, tras señalarlos como lo más rancio de la derecha poblana.
De haber armonía, seguro que habría esfuerzos conjuntos para buscar progreso que beneficie a la región, incluso en coinversiones, apoyos u estrategias como para comprar Banamex.
Pero ni pensarlo.
joma61@hotmail.com