Jorge Marcelino Alejo
Convertidos en una parecida infraestructura empresarial, pero esencialmente porque están financiados por el Erario Público, los procesos electorales tendrán que aplicar a futuro el bipartidismo político.
Para ello advertimos dos razones. Una es que son incompetentes más de la mitad de los 10 partidos participantes en las votaciones del 2 de junio. Sus dirigentes y la militancia que dicen tener, se tendrán que dedicar a otras cosas que no sea simular la pluralidad política.
En estas elecciones se comprobó lo que se anticipó años atrás, que tantos partidos irían al fracaso. Añadiría que como empresas no son rentables porque no dan buenos resultados.
Prueba de ello es que están sentenciados a desaparecer del escenario político porque no alcanzaron el 3 % de votos, el Partido de la Revolución Democrática –PRD- el Partido Social de Integración –PSI-, el Partido Fuerza por México y el Partido Nueva Alianza.
Otros dos partidos no conservarían el registro por la misma carencia de votos, pero igual si ahora desaparecen, ya sabe usted carísimo lector, que por esas “extrañas” cuestiones de la política mexicana, en las elecciones del 2027 les devolverían la patente con una palmadita en el hombro, para que trabajen por el fortalecimiento del pluripartidismo.
Sin embargo, la lección que dejará el proceso electoral 2024, es que la pluralidad política está cuestionada y estamos en la antesala del bipartidismo, que en la práctica ya se aplica.
Si repasamos las elecciones de los últimos sexenios, nos percatamos que han funcionado las alianzas políticas que terminan por definir el esquema bipartidista.
Veamos, por un lado está la Coalición Sigamos Haciendo Historia y por el otro la Coalición Fuerza y Corazón por México. En la segunda el empresario Claudio X. González anuló a los partidos porque echó en la misma bolsa al PAN, PRI, PRD y otros. Y a su vez, el Partido Morena también armó su alianza partidista.
La otra razón por la que hemos insistido en darle entrada al bipartidismo, es porque en el proceso electoral de cada sexenio, el INE les incrementa la millonaria cuota a los partidos: en el 2018 les entregó 6 mil 788 millones de pesos, en el 2021 siete mil 200 millones y en este 2024 les dio 10 mil 444 millones. Aparte está el millonario gasto del INE.
Esas cantidades representan un elevado costo para el Erario Público, y en una sana economía, no es prudente que tantos partidos despilfarren a su manera miles de millones de pesos. En cambio, con solo dos partidos en activo, se tendría un buen ahorro de recursos que podrían invertirse en la planta productiva.
Y lo mejor de ello, es que los votantes se librarían de partidos que hasta ahora, no dan los resultados esperados.
M E M O R A N D U M
INVERSIONISTAS
No cesa el cosquilleo de la incertidumbre, tras las presiones de inversionistas que propiciaron que el peso perdiera paridad en su relación con el dólar.
Ya venían encarrilados por resultados electorales del 2 de junio, pero se aceleraron por la visita de la virtual Presidenta de México Claudia Sheinbaum al Primer Mandatario Andrés Manuel López Obrador. Más cuando hablaron de darle prioridad a las reformas constitucionales pendientes–entre ellas la del Poder Judicial- en septiembre próximo.
Por ello tampoco deberán cesar mensajes a inversionistas, tanto de Sheinbaum como de Amlo, de que no tienen de qué preocuparse y que sus inversiones están seguras.
El que debe trabajar horas extras, es el Secretario de Hacienda y Crédito Público Rogelio Ramírez de la O, pues tiene que echar mano de toda su sapiencia financiera, para que cunda la confianza de que hay estabilidad económica.
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