José Antonio López Sosa
Cuatro aeropuertos se tienen previstos, sean operados por una empresa perteneciente a las fuerzas armadas, así lo describió el presidente López Obrador.
Se trata del aeropuerto de Chetumal (actualmente operado por ASA), el Felipe Ángeles (Santa Lucía), el de Palenque (operado por el estado de Chiapas y ASA) y el que se construirá en Tulúm.
Leí comentarios con relación a que se militarizan los aeropuertos, no me parece así, se trata de solo cuatro del universo de aeropuertos en México.
Ahora bien, si tenemos en México un organismo denominado Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) encargado de la admistración aeroportuaria en el país, ¿por qué meter a la milicia en la operación de ellos?
ASA administró todos los aeropuertos del país hasta su privatización, actualmente opera y administra 16 aeropuertos en el país: Campeche, Ciudad del Carmen, Ciudad Obregón, Ciudad Victoria, Chetumal, Colima, Guaymas, Ixtepec, Loreto, Matamoros, Nogales, Nuevo Laredo, Poza Rica, Puebla, Puerto Escondido, Tamuín, Tehuacán, Tepic e Uruapan; evidentemente, las concesiones que ningún grupo aeroportuario quiso. Además opera en sociedad los aeropuertos de Tuxtla Gutiérrez, Cuernavaca, Querétaro, Toluca y el de Palenque, previsto para pasar a manos de la milicia.
Hasta el libre mercado se queja del libre mercado.
Después se desistió, entró en la licitación, se declaró desierta y todo quedó ahí. ¿Qué dirán en ASUR con relación a recibir un nuevo competidor?, sobre todo entendiendo que no les gusta la competencia.
¿Por qué –insisto– crear otro organismo si ya existe uno que desde 1965 construye, opera y administra aeropuertos en la federación?.
Y… ¿ASUR?
La empresa de Fernando Chico Pardo, ASUR, tiene concesionado el aeropuerto de Cancún, cercano al proyecto de Tulum. En la administración del presidente Calderón, cuando se planteó esta construcción el señor Chico Pardo se amparó para evitar la obra.