Abel Pérez Rojas. Del poemario: Ceguera cómplice (2024); Vayamos

Abel Pérez Rojas (Tehuacán, Puebla, México/1970) es poeta, comunicador, académico y gestor de espacios de educación permanente presenciales y virtuales. La obra de Abel ha sido retomada en ponencias académicas, sitios web, artículos y reformas legales; destaca la difusión de su pensamiento en Discovery Kids, UNICEF y organismos internacionales públicos y de la sociedad civil. Bajo un esquema conocido como la hiperbrevedad, Pérez Rojas incursiona en la poesía y promueve una prosa culta en torno al movimiento cultural que encabeza. A través de la hiperbrevedad, procura el uso reducido del lenguaje, pero con la mayor significación posible. Ha escrito cinco poemarios: De la Brevedad al Intento (2011), Provocaciones al impulso y a la razón (2012), Píldora Roja (2013), Resurgir de la cera (2019) y ReconstruirSE (2019). En el 2013 se le incluyó en dos antologías: en la Antología Nueva Poesía Hispanoamericana del Siglo XXI publicada por Lord Byron Ediciones en Madrid, España y en la Antología Por los Caminos de la Poesía, Buenos Aires, Argentina. También es autor de Educar(se). Aportes para la educación del siglo XXI (2014). Es una recopilación de artículos periodísticos cuyo tema central es la educación. Actualmente escribe para portales y periódicos impresos locales y nacionales.   Del poemario: Ceguera cómplice (2024)

 

Vayamos

 

claro que me bulle la sangre

cuando te veo tan cerca y sin velo

lucho en mi interior

por contener el atroz desboco

la asfixia me invade

quiero imbuirme en tus mares perfectos

en la exquisitez de la espuma

perdición en la cresta

andar tus valles

prodigarte de mi pecho

perdernos

 

casi al amanecer la vida seguirá igual

poco cambiará en esas horas

no importa

habremos cargado el rotor

 

mírame de frente

si encuentras titubeo alguno

marcha

si no

no dudes

entreguémonos al oficio antiguo

de culto al Cielo y la Tierra

al Centro

pongamos nuestra palabra de por medio

nuestra historia como garantía

reconozcamos que estamos aquí por algo

asumamos que nada es nuestro

nunca lo ha sido

y cuando los párpados cansados

nunca más abran sus ventanas

vayamos al encuentro de la luz

confiados en que sumamos

al progreso

al bien

a la migración del retorno

sin culpa

vacío el saco de lo superfluo