Psic. Gonzalo Valenzuela R.
¿Vives sin cadenas?
El secreto de la felicidad es la libertad; el secreto de la libertad es el valor.
Tucídides
Tu más valioso tesoro es la libertad que tienes para elegir, la gran mayoría de los comportamientos son aprendidos y responden a ciertas necesidades, que tal vez fueron adecuados en algún momento de tu vida o acorde a tu etapa de crecimiento, te ayudaron a sobrevivir, sin embargo, más tarde se convierten en cadenas que te impiden ser plenamente feliz.
Una de las cosas que aprendiste de niño fue cómo ganar la aprobación y el cariño de tus padres o seres importantes en tu vida, como tus maestros, quizá aprendiste a ser obediente, bien portado, agradable, le fuiste concediendo mayor peso a las opiniones ajenas que a las propias, te fuiste anulando poco a poco.
Aprendiste también a tener miedo a lo desconocido y preferiste no correr riesgos, quedándote en la zona de confort, que te da seguridad y comodidad, pero que no te hace feliz, porque es en la adversidad cuando surge la grandeza de tu ser, donde se fragua el carácter, es en las grandes batallas donde nacen los héroes.
¿Vives sin cadenas…? Revisa tus apegos, tal vez seas esclavo del dinero, de las riquezas materiales, de tu trabajo o relaciones familiares o sociales, creyendo que eso es lo que te proporciona felicidad. Tal vez así sea por el momento, pero ¿Qué pasará si todo eso te llegara a faltar? Tu mundo se vendría abajo. Disfruta de todo y de todos, mas no te esclavices a nada.
Vivir sin cadenas es haber trascendido todos los guiones y programaciones que hay en tu mente, para tomar tú las riendas de tu vida, haciendo lo que verdaderamente consideras importante, sanando viejas heridas emocionales, a través del perdón a ti mismo y a todos aquellos que te hicieron daño o causaron dolor.
Date cuenta que el presente es un regalo, las personas, tu salud, tu trabajo, el mundo que habitamos es un regalo, que nada nos pertenece y el tiempo para disfrutar de esos regalos es muy corto. Trata de imaginar que, en la naturaleza, en las cosas y en las personas está la huella y presencia divina.
Recupera tu capacidad de asombro, obsérvate a ti mismo y al mundo con ojos nuevos, verás lo fantástico que resulta atreverse a soñar nuevamente, como cuando eras pequeño y todo estaba por descubrir, lo que tú imagines será el principio de tu realidad, y lo que tú hagas para lograrlo será tu contribución trascendente y perdurable que heredarás a la humanidad.
Sal de tu prisión autoconstruida, atrévete a vivir de acuerdo a lo que te dicta tu proyecto alternativo de vida, en el cual te ves, te sientes y te escuchas excelente, en el cual eres el dueño de tus decisiones más auténticas y genuinas, valorándote, apreciando todas tus capacidades y compartiéndolas con los que comparten tu espacio y tu tiempo, siendo una luz y una inspiración para los que aún viven con cadenas.
El amor te hace volar alto y ayuda a que otros prueben sus alas y sean libres también, empezando por ese amor a ti mismo, que te protegerá de los efectos nocivos de cualquier adversidad, tu mejor espada; el coraje, la fortaleza, jamás darte por vencido, porque muy en el fondo, anida la fe, sabes que sí es posible lograr lo que te propongas, con la ayuda divina, ahí está el verdadero poder.
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