Ciertamente no se trata de nada nuevo, los ha habido siempre, en todos los tiempos y en todos los partidos, esos personajes impresentables, han sido denunciados por violaciones, abusos sexuales, machismo, manoseos o grave violencia familiar y de género.
Se trata de los Félix Salgado Macedonio, los Saúl Huerta Corona, los Julio César Lorenzino Rangel, los David Monreal Ávila y los Gerardo Fernández Noroña, más los que se acumulen en los próximos días.
Si el PRI, como dice Andrés Manuel López Obrador, “robó más”. ¿Será también que el tricolor violó más?
Recordemos que la referencia inmediata en el tricolor es Cuauhtémoc Gutiérrez, el Príncipe de la Basura y ex presidente del PRI en la Ciudad de México y hoy prófugo por trata de personas. Que decir también del ahora encarcelado Mario Marín encubriendo a pederastas.
Aquel del harem a su servicio en su propia oficina, que hoy anda a salto de mata y con ficha roja de Interpol, con alerta en 195 países.
Recordemos como en días pasados, Eloísa Vivanco, presidenta de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) y mamá de Claudia Rivera Vivanco, la alcaldesa de Puebla con licencia, decía en una entrevista que la diferencia entre el caso de la violación de Salgado Macedonio a al menos tres mujeres era distinto del tema de Saúl Huerta, porque el segundo fue sorprendido “con las manos en la masa”, cuando pretendía abusar o abusó sexualmente de un menor de edad varón.
De Félix el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) definió que no será candidato a la gubernatura de Guerrero. Pero lo hizo por un tecnicismo en el tema de la fiscalización como precandidato.
Lo que respecta a Saúl Huerta, con méritos de sobra en el caso que lo ha desnudado como un consuetudinario abusador de menores, desde su posición de poderoso, han caído el peso de los órganos y las sanciones partidistas. Las parlamentarias van en camino. Tras su desafuero, que ya se solicitó, también vendrá la justicia y, seguramente, muchos años le esperarán tras las rejas a éste repugnante personaje.
Pero Félix y Saúl no son los únicos. En San Pedro Cholula, Puebla, Morena lleva como candidato a un personaje oscuro, acusado de violación y de encañonar a su ex pareja, el ex panista Julio César Lorenzini Rangel. Las denuncias existen y, hasta donde sabemos, no se han sobreseído los casos. Y con la marca, más allá de su pasado y sus presuntos delitos, podría ser el próximo alcalde.
En Zacatecas, también hace aire. Allá, David Monreal Ávila, candidato a gobernador y hermano del ex gobernador y coordinador de los senadores de Morena, Ricardo, fue evidenciado como un manoseador. El video y el caso han dado la vuelta al país. Como luego salió el tema del poblano Saúl Huerta, se apagó la indignación. Pero ahí está.
Será con mucha probabilidad gobernador, en una entidad de la que su hermano Ricardo Monreal pareciera haberse apropiado desde 1998, cuando dio el célebre monrealazo y ganó la gubernatura con el PRD, luego de dejar al PRI.
Ahí, gana a veces con el PRI y a veces con Morena. Pero desde entonces Ricardo ha puesto gobernador y una vez gobernadora, Amalia García, aunque luego la desconoció.
Y aunque oficialmente es del Partido del Trabajo, está el caso del célebre y muy famoso Gerardo Fernández Noroña. El elocuente vapuleador de la derecha fue acusado de graves abusos y de violencia por su ex pareja sentimental, Martha Angélica Ojeda.