Victor de Regil
La Presidencia Municipal de Puebla es la perla de la corona en el proceso electoral de este año. Dicho cargo, se definirá entre dos candidatos únicamente. No es descortesía, sino claridad, reconocer que la batalla electoral es en realidad entre dos que ya han sido alcaldes, mujer y hombre que buscan, permanecer la primera, y volver el segundo, al Palacio del Centro Histórico: Claudia Rivera Vivanco y Eduardo Rivera Pérez.
Ciertamente, alrededor de ellos, con intenciones distintas, algunas genuinas y otras perversas, están siete contendientes más, que son solamente convidados de piedra a la cena del triunfo.
Sin embargo, en un caso extremo, podrían colaborar para alterar la balanza que, en las urnas, definirá al próximo alcalde o alcaldesa para el trienio 2021-2024.
Cuatro mujeres y cinco hombres. Una contienda en la que participan 13 partidos. Diez con registro nacional y tres locales.
La actual alcaldesa con licencia, Claudia Rivera Vivanco, va como abanderada de la alianza Morena-PT. Su triunfo o derrota definirá completamente la configuración de la fuerza política ahora hegemónica en el estado. Si pierde, el vivanquismo podría quedar en coma. Y el barbosismo, con el que ella y sus huestes han mantenido beligerantes disputas, se erigirá como el grupo dominante absoluto, dentro de Morena.
Por otra parte, si gana Claudia, lo que se ve complicado, pero no imposible, con la posibilidad de que pese más la marca que su nombre, el pronóstico de la continuación de las disputas es riesgosamente reservado.
En tanto, el panista Eduardo Rivera Pérez aspira a regresar, 10 años después de su triunfo de 2011, al Palacio del Ayuntamiento. Comenzará campaña con 15 puntos arriba, de acuerdo con la medición más reciente de Indicadores S.C. En esta ocasión, Lalo está cobijado por cinco partidos, en una mezcla amorfa, extraña y, por supuesto, impensable en otro tiempo: PAN, PRI, PRD y los locales Pacto de Integración Social (PSI) y Compromiso por Puebla.
Esta elección, además, representa la posibilidad de la revancha, por la caída que tuvo ante Claudia por el tsunami lopezobradorista, en 2018.
Detrás y alrededor de ellos dos, que son los contendientes con posibilidades reales, hay siete más, cada uno con distintos intereses y metas.
De los partidos nuevos, sin duda la intención primordial es conseguir votos para que sus colores conserven el registro.
Así tenemos a América Soto López, por Redes Sociales Progresistas (RSP), deja el retiro de 10 años, luego de una carrera brillante como legisladora local, federal y funcionaria, en la época dorada del PRI en Puebla.
El desastroso partido Fuerza por México, que tanto a nivel nacional como local no tiene pies ni cabeza, postuló luego de varias indecisiones a Lalo Fake, un ex presidiario y conocido estafador. Comenzó como el gran invento del operador morenista Eric Cotoñeto, con la idea de quitarle votos a Rivera Pérez, por ser su homónimo en nombre y primer apellido. Sin embargo, ahora ha sido señalado de traidor y de haberse entregado a Claudia Rivera, con este fin.
El Partido Encuentro Solidario (PES) ha postulado al médico, reconocido por su labor en la lucha contra COVID, Alfredo Victoria Moreno.
Si nos pusiéramos suspicaces, deberíamos entender que también estos partidos tienen preferencias.
RSP por Eduardo Rivera Pérez; Fuerza por México juega con Claudia y el PES, aparentemente, es neutral.
Por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) el candidato es el ex futbolista Roberto Ruiz Esparza, El Capi, una opción muy popular y muy reconocida, por sus días de gloria en las canchas. El abanderado buscará conseguir una buena votación para el Verde, de dos dígitos, colar al menos dos regidores y, por ello, podría ser fiel de la balanza.
Movimiento Ciudadano, que entusiasmó a muchos y los motivó a dejar sus partidos originales, principalmente del PRI, decidió ir solo y ahora enfrenta una contienda con una participación que será apenas testimonial. Lleva como candidato al empresario Édgar Yamil Yitani, quien, con calzador, podría atraer algunos votos que, tradicionalmente, se identifican con el PAN.
Dos mujeres más completan la boleta con nueve opciones, cifra también inédita para una contienda por la capital.
La académica Evelyn Hurtado Morales, quien va por Nueva Alianza, partido que solamente alcanzó a mantener el registro local, y la independiente Norma Romero Cortés, quien es titular de la Notaría 4.
Aquellos que no tienen posibilidades, todos, hacia el final de la contienda, sin duda buscarán negociaciones: Cargos para sus militantes, acciones específicas a favor o en contra de alguna de las dos opciones que pueden ganar.