Duelo de palabras
Si pudiera resarcirte de mi olvido diario…
cada vez que viajo en la escritura.
Voz santa me canta plegarias
más allá del rayo de sol.
Esquirlas de colores alumbran el cielo.
Sitiado de intensos aromas llevados
por pájaros sedientos;
cruzan edificios
forman jardines en azoteas.
Estatua lejana, no mantiene
su rigidez al escuchar al poeta recitar sus versos.
Se abre el paraíso, cruzo el desierto
tarde y noche… para estar contigo.
No encierres ese horrible cansancio
en tu frágil estructura; cuerpo de descanso, palabra, lecho…acto de amor.
Amanece…
Labios de silencio, silencio de poema.
Noches sofocantes se enredan
cuál serpientes.
Nudo de imágenes…
palabras articuladas.
Memoria imborrable;
tinta que escribe corre…
agua entre ruinas.
Herida abierta en mi pecho.
Noche milagrosa abre mi vientre,
escapa sangre escarlata.
La palabra vuela ligera
no duerme, no te olvida;
torpe en vigilia,
te envía una rosa de mar, agua salina
hasta encender el cielo.
Agua de un beso
Soy madera, árbol, bajel sin dueño.
Pájaro alumbrado por botica lámpara.
De ala no quebradiza
Raíz, mi cuerpo bendice el amor
Florece silencio escamoso por viento.
Regalo de vida
desde pozo profundo, abismales.
Sol emerge del vacío,
roja alba asoma
regada por pasión.
Lengua ancestral de antepasados sueños.
Sueños abrigan esperanza.
Ahora noche duermes sueño lejano.
Susurros de sueño quieto
abierto de recuerdos de ausencia,
Olvido huele a malva, violeta.
Angustioso olvidó,
Chocan voces.
Lo obsceno no se nombra.
Abierto recuerdo de ausencia.
Me pierdo en delirio
La pasión converge…
en agua de un beso.
Entrelazado por el tiempo silencioso y profundidad.