Mariana Rosas Martínez (Juan Rodríguez Clara, Veracruz, México)
Lic. en Ciencias Sociales, docente en nivel secundaria, promotora cultural y gastrónoma. Su pasión, las letras. Ha sido publicada en la revista Alterna; periódico La Crónica de Tierra Blanca y en la sección cultural del periódico Imagen, de circulación estatal, así como otros medios impresos. Colaboradora en radio en la cadena Radiorama en los programas Confesiones entre mujeres y Noches bohemias. Ha participado en encuentros de escritores nacionales e internacionales; Mujeres que reverdecen con la palabra, Erotismo en voces femeninas. En el 2012 presenta su poemario El Amor después del holoclaustro, poesía erótica. Por la editorial independiente odisea cultural. Pertenece al colectivo Mujeres en el arte de Tierra Blanca, Ver.
Esa
Soy aquella la que en las mañanas,
despierta con una sonrisa.
cuando estás conmigo;
el dolor se vuelve nada
mis horas trasmutan en segundos.
Sostengo tu mundo en mis brazos
Y…y sólo necesitas una llamada
para sonreír en silencio
recordando mi espalda.
añorando mi cuerpo,
de medidas nada exactas.
Las hieles en mi boca no son amargas
si soy la otra,
¡No me importa ser acusada!
Y…y si fueran otros tiempos,
que más da….que más da
Ser en leña verde quemada.
No soy señora de nombre
ni vivo con elegancia
soy esa
la que te ama.
Si soy ella
la que carga la letra escarlata
esa y que me importa ser la otra,
mientras me sienta, amada.
Despiertas, en la madrugada
mientras con ella duermes
yo… yo abrazo mi almohada
soy la otra, con caricias extrañas
Nunca antes inventadas
a quien no…a quien no.
le importa nada.
Eterno
En mi… eterno
en la morada de los dioses
donde el sol duerme
alumbro la oscuridad con las estrellas
rompo el silencio tocando al son
violines del tiempo.
constantemente todo es presente
el Olimpo duerme apacible
Ares viaja por mundos e inframundos
buscándote, tú habitas
y descansas en mi vientre.
Todo es confuso, no hay mañana
el tiempo es agua
a través de los siglos
me dispongo a esperar
dejan de fluir los minutos
te vuelves eternidad
a la orilla de mis ojos.