México necesita de un diálogo constructivo entre todos los sectores de la sociedad para que el país pueda salir adelante y se den mejores condiciones de bienestar social para los ciudadanos.
Tiene que haber una trascendencia de los intereses partidistas, porque uno de los graves problemas de México es que cada uno de los representantes políticos –diputados, senadores y políticos mexicanos- que están construyendo el país, atienden a los intereses de sus partidos políticos, aseveró Roberto Casales García, Director de la Facultad de Filosofía de la UPAEP.
Dijo que muchos de estos políticos ya no leen y no revisan las iniciativas de ley, sólo saben que si viene de su partido votan a favor y si viene de otro partido político votan en contra, y más que estar pensando en el bien común de la sociedad, están pensando en los beneficios para la postura oficial del partido en turno.
Afirmó que una vez que son electos los candidatos a un cargo público, deben velar por los intereses del pueblo mexicano y no solo por su interés particular; además de que debe darse una apertura al diálogo, ya que muchas veces, no quieren escuchar o no saben escuchar lo que está proponiendo los de enfrente; “podemos observar un diálogo entre sordos, en donde todos hablan, se insultan o se están atacando, esto lo podemos observar en el canal del Congreso, y se debe a que no sabemos escuchar y no se está dispuesto a poner atención en lo que la otra persona quiere proponer, porque no le interesa a uno”.
Casales García mencionó que en México desafortunadamente de una manera muy especial, gran parte de los discursos políticos están motivados por resentimientos personales, por resentimientos sociales, “interesados en ponerle el pie al otro para que no avance con sus propuestas y terminan por hacer que México se tropiece, lo cual es un problema bastante grave para aspirar una mejor situación social como nación”.
Advirtió que gran parte de la política en México y en el resto del mundo, está ideologizada, lo que implica más que asumir críticamente una postura, más que haber reflexionado sobre un tema, ya se asuma críticamente un tema, se da por asentado y se repite el discurso una y otra vez, y esto se observa en todos los partidos políticos, en donde los representantes se dan a la tarea de repetir posturas ideológicas que no tienen un sustento y en caso de tenerlo, los oradores lo desconocen y se queda de lado el bienestar social.
Dijo que en la actualidad hace falta que la gente se escuche, se comprenda y esté abierta a escuchar las opiniones de los demás, incluso si están representando a un partido político o se encuentran en el congreso o en algún otro sector de la sociedad.
Roberto Casales invitó a las personas a que cuenten con una argumentación sólida, porque muchas veces los discursos son más emocionales que racionales, muchas de las cosas se discuten más con las emociones que con razones objetivas, y por ello es relevante considerar las opiniones de investigadores de todos los sectores, a la gente que conoce de los temas, consultar a las personas idóneas que proporcionen argumentos de peso, porque siempre se escuchan discursos que no corresponden con la realidad que se vive en el mundo y de manera particular en México.
Para Livia Bastos Andrade, investigadora de la Facultad de Filosofía de la UPAEP, dijo que a través del diálogo se establecen puentes, por el diálogo se compromete la gente y éste –diálogo- es fundamental para construir una mejor sociedad.
Señaló que, “hoy en el diálogo del clima contemporáneo, si alguien diverge de mí, si alguien no está de acuerdo con lo que yo estoy hablando, es mi enemigo y lo etiqueto con esa postura. Mientras nosotros etiquetemos la divergencia como mi enemigo, el diálogo queda como comprometido al no darse la oportunidad de escuchar al otro”.
Asimismo, expresó que la gente debe terminar con los vicios que se han generado por toda la cantidad de información que reciben a través de las redes sociales, y que muchas veces se trasmite sin ser revisada, leída con atención y sobre todo, contrastarla con otras fuentes de información y por ello, es que se está dando la circulación de muchas noticias falsas –few news-.
Por lo tanto, es fundamental saber leer las noticias, no quedarse en los titulares, contrastar la información, consultar varias fuentes confiables, y que la persona reconozca en determinado momento que se ha equivocado al compartir alguna información errónea.
Con respecto a las elecciones que se avecinan en México, es importante que la gente reflexione qué va a hacer con su voto, “no puede tener un político o partido por estimación, es decir, los candidatos cuando son electos están para servir a la sociedad, y nosotros debemos exigir que cumpla con sus propuestas y que haga su trabajo de manera responsable y no solo tener políticos de estimación, debemos ser exigentes con ellos, por ello se vota y se elige a la persona”.
En su intervención, Rubén Sánchez Muñoz, también investigador de la Facultad de Filosofía de la UPAEP, enfatizó que es necesario salvar a la democracia, al señalar que en todo el mundo en los países democráticos, se habla de que la democracia está en crisis y de ser así, la democracia está en peligro de la mentira, está en peligro de la corrupción, de la sofística, de las noticias falsas y de la manipulación de las conciencias, entre otras amenazas.
Dijo que la democracia actualmente está en peligro ante un fenómeno que se conoce como las posverdad, en el que no se puede distinguir lo que es verdad de lo que es falso, en donde una noticia se distribuye de manera masiva y velozmente y que la gente no tiene tiempo de corroborar, de que la información sea verdadera.
Rubén Sánchez apuntó que en estos tiempos electorales, fácilmente se pueden distribuir noticias falsas, hacerle llegar a la población noticias que distorsionan la realidad y que sea utilizada para favorecer a un partido político o para desprestigiar a un candidato, y aquí la posverdad se convierte en una herramienta para jugar sucio en la política como ha sucedido en los últimos tiempos.
Agregó que esto se debe a que la gente no se documenta, no contrasta la información, no pone en práctica ese sentido crítico que le permita descartar y evaluar la información que le llega constantemente por las redes sociales o alguna plataforma tecnología que tenga a la mano y caiga fácilmente en las trampas de la posverdad y de las noticias falsas.
Destacó que es importante rescatar el sentido de comunidad, es decir, dejar de atender intereses y fines particulares para buscar el bien común y fortalecer ese sentido de unidad que se tiene como nación. “Hay que dejar de lado fines partidistas, hay que dejar de lado intereses particulares, porque una vez que alguien nos representa en un cargo público, no nos representa como partido, sino que nos representa como nación y hay que apuntar a los intereses de la nación en su conjunto”.
Por último, Paniel Reyes Cárdenas, investigador de la Facultad de Filosofía de la UPAEP, manifestó que por la falta de la participación ciudadana, de que la gente se dé tiempo para revisar y analizar la plataforma política de un partido, esto ha ocasionado que los partidos políticos no se renueven, no estén repensando que están haciendo para proponer algo diferente a la sociedad.
Indicó que por esta falta de renovación y replanteamiento en las propuestas de los partidos políticos, en muchos países incluido México, se encuentran inmersos en una dictadura de los partidos, es decir, nos fijamos en los partidos por cierta preferencia, sin criticar sus plataformas políticas, sus propuestas y de las personas mismas de cómo pretenden trabajar para la sociedad, lo cual resulta un detrimento grave para la democracia en muchos niveles, cómo es el de perder la capacidad de analizar a las personas que proponen los partidos y el mismo partido en sí, para ejecutar un voto más razonable y recordar que la democracia no sólo es voto, sino también la voz de las personas, que los ciudadanos sean más participativos en la vida democrática de un país.
Para finalizar, invitó a los ciudadanos a que se den a la tarea de investigar a los candidatos, qué ofrecen, conocer sus propuestas y exigirles una vez electos, a que cumplan con sus compromisos y trabajo por el cual fueron electos con el voto de las personas.