Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980). Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz
EL AMIGO IMAGINARIO DE JOHN
Los niños son los mejores escritores, tienen la más grande imaginación,
son los mayores investigadores y científicos (todo cuestionan)
-Jesús Alberto Cervantes Villegas
Había una vez un niño de siete años muy curioso llamado John, pero con un pequeño secreto, ¿cuál era este? -un amigo imaginario que solo él podía ver llamado Carl, juntos pasaban largas horas jugando, platicando, contándose chistes, anécdotas y aprovechando cualquier momento para pasarla bien.
Eran tan buenos amigos que ¡nunca peleaban! Bueno casi nunca, hasta que un día llegó ese momento, ambos discutieron y repentinamente su amigo imaginario desapareció varios días. John se puso triste, no quería comer, jugar, ir a la escuela, ver la televisión. Sus papás lo llevaron al doctor y no encontraron nada. Cierto día John se enteró que su amigo se había ido a visitar a sus abuelos a otra dimensión y esa fue la razón de su ausencia.
-Hola John, te ofrezco una disculpa por no avisarte de mí repentino viaje, fue una emergencia, pero ya estoy aquí de nuevo, con todas las ganas de ayudarte y jugar juntos. La felicidad regresó al niño quien se encontraba triste por su partida. John se transformó en el chico de siempre: participativo en clases, comprometido en sus tareas, colaborativo en casa y amoroso con las personas de su alrededor.
Carl era el hermano mayor que no tenía John, en la escuela: le revisaba sus tareas de matemáticas, apoyándolo con las multiplicaciones, en inglés lo auxiliaba en las traducciones, le corregía sus producciones escritas señalando -Usa mayúsculas, acentúa las palabras, mejora tu letra, pon atención. En casa, entre los dos tendían la cama, recogían la ropa, barrían el cuarto, pasean al perro, desarrollaban muchas actividades en común.
Por la noche después de cenar veían televisión, para escoger el canal dialogaban para llegar a un acuerdo, -Yo quiero ver caricaturas, decía Jhon, ¡Nooooooo! -Mejor una película de terror replicaba Carl. Los fines de semana el Playstation era un evento programado en la habitación, juegos como: Halo, GT5, Mario Kart, Fortnite Spiderman, Minecraft, entre otros era el pretexto ideal para su convivencia. En cada oportunidad se consolidaba más esta “amistad”.
Todos los días era una verdadera aventura: reían, lloraban, platicaban, se enojaban, saltaban, gritaban, etc. Y así los años se fueron… Hasta que un día Carl se marchó. John creció, cumplió su mayoría de edad, conoció distintas personas, se enamoró, estudió y graduó de la universidad.
Hoy 20 años después, casado y con familia, John cuenta esta historia a sus dos hijos, quienes emocionados y atentos escuchan a su padre esta narración. (Momento de silencio) -Espero que te encuentres bien Carl, me acompañaste desde los 2 años, te deseo lo mejor y espero que sigas ayudando a otros niños soñadores como yo, señaló John mirando al cielo y resbalando una lágrima de su rostro.