OASIS. Papá; mi héroe

Psic. Gonzalo Valenzuela

 

 

En la paternidad; aprendes y enseñas a volar

-Gonzalo Valenzuela

 

Sigues siendo mi héroe papá, como cuando era niño y tu mano justiciera y bienhechora aprisionaba la mía al salir a pasear. Yo iba orgulloso y feliz a tu lado; por momentos, alzaba la vista hacia tu rostro casado para poderte admirar. Sigues siendo mi héroe papá.

 

Aceptaste el llamado; luchaste y venciste a la muerte, después de aquel trágico accidente. Ninguna descarga eléctrica de alta tensión sería suficiente para apagar tu existencia. Tu amor a la vida fue más grande y fuerte.

 

Nada te fue fácil, tu alma se forjó en el crisol de la vida.  ¡Bribón! Te enamoraste de quien fue tu enfermera durante tu larga estadía en aquel hospital de Puebla para tu sanación, de aquella mujer… que después fue mi madre.

 

Traspasaste todas las barreras. Cuantas lecciones de heroísmo recibí de ti, padre. Sigues siendo mi héroe. Agradezco las lecciones de vida que me heredaste. Valoro la entereza y el valor de seguir adelante, cuando todo parecía perdido. Admiro tu osadía de amar, hasta conquistar tu estrella.

 

-Tu papá es fuerte como un roble- me decías, cuando me veías triste y desconsolado por la reciente muerte de mi madre, mientras te deshacías por dentro, tragándote solo las penas, sin emitir jamás una queja. Tu único consuelo era; conversar con Dios a solas.

 

Fuiste un guerrero papá, y aunque ya no estás a mi lado físicamente, para devolverte un poco de lo mucho que me diste, quiero decirte, que sigues siendo mi héroe. Definitivamente yo no sería lo que soy, si no hubiera sido por las lecciones de vida que heredaste.

 

Me regalaste un mundo que conquistar, unos sueños por alcanzar, retos para vencer, pensamientos que compartir, caminos por recorrer y sobre todo; tu ejemplo, un espíritu inquebrantable, capaz de enfrentar cualquier adversidad.

 

Ahora te comprendo mejor papá, ahora que también soy padre. Mis hijos no tuvieron la fortuna de conocer a su abuelo, sólo por las pocas fotos color sepia y las anécdotas que les narro. Ahora sé que no es fácil ser papá; se necesita; sabiduría, paciencia y firmeza; sobre todo, mucho amor, para guiarlos y ayudarlos a encontrar su propio camino.

 

Sigues siendo mi héroe papá. Tu legado es enorme, venciste toda clase de obstáculos y aun cuando no hubiera mucho por qué sonreír, mantuviste un espíritu alegre y la unidad familiar.

 

Tu sacrificio; fue por amor y bondad; aunque nada te fue sencillo, aprendiste a volar sobre la adversidad. Me siento muy orgulloso de ti papá. Pasaste todas las pruebas que la vida te puso y aún más, tu alma de guerrero se atrevió a desafiar al destino.

 

Eres fuente de inspiración en mi vida. Cuando todo se complica y me cercan los problemas, pienso en ti, en el calvario que viviste, en tu espíritu inquebrantable y entonces, como por arte de magia; renace la confianza y la fuerza interior.

 

Cuantas clases de heroísmo me diste papá, cuando aún no las comprendía, cuando apenas era un niño y me llevabas de la mano, casi levantado en vilo, porque caminabas rápido y tus pasos eran muy largos, pero yo feliz de acompañarte a cualquier lado.

 

Cuantas clases de heroísmo me diste papá. Seguiste luchando aún después de la fatídica descarga eléctrica de alta tensión que te llevó al borde de la muerte, con severas lesiones; quemaduras, amputaciones…

 

La vida no fue fácil para ti, ni antes ni después del accidente, sin embargo, te permitió conocer a la enfermera que te cuidó y atendió, de la que te enamoraste y después todo tu mundo cambió, desafiaste los pronósticos de los médicos, traspasaste las barreras que impedían ese amor.

 

Tienes un alma grande padre y yo sé que ahora, después de todo lo que sufriste en la Tierra, eres un ángel más de Dios, gozando de su gracia por la eternidad.

Felicidades a todos los padres en su día.

 

Como siempre gracias por tus comentarios y sugerencias en: oasis_govara@yahoo.com.mx

 

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