Muchos morenistas, nacionales y locales, viven en la opulencia y lo muestran sin tapujos. Carros últimos modelos, interminables caravanas de camionetas, ropas de las principales marcas, turismo político, etc. Muestran que hay dinero, y mucho dinero, y no tienen problema en hacerlo público, al contrario.
Lo anteriormente escrito, tiene que ver con el llamado que hizo la presidenta Claudia Sheinbaum a su partido, junto con una severa advertencia.
La presidenta envió una carta a la dirigencia del Morena, que se leyó en la sesión de Consejo Nacional, cuando precisamente se emitieron nuevas reglas de comportamiento personal, ético y político para sus integrantes. El mensaje fue contundente y con claros destinatarios, aunque muchos hicieron oídos sordos: advirtió que Morena no debe repetir los errores del pasado ni transformarse en una versión moderna del PRI.
Sheinbaum demandó que se detenga cualquier adelanto en las competencias internas por cargos de representación popular. Pidió cuidar el movimiento, evitar el influyentismo y garantizar la austeridad. Aseguró que Morena debe ser un partido distinto, con principios firmes y sin vínculos con el crimen organizado, ni con los “delincuentes de cuello blanco”.
En referencia al PRI, que gobernó por más de 70 años el país, Claudia Sheinbaum dijo que en su partido se debe evitar “caer en esa historia del país que no fue buena”. Es decir, la instrucción es clara: no seamos la versión moderna del PRI.
Hay muchos rubros que se pueden comentar, pero el de la austeridad es uno de los más sobresalientes y que, muy claramente, incumplen muchos morenistas y personajes ligados a la 4T en Puebla.
Austeridad, nada de vehículos de lujo, cero fiestas ostentosas, evitar la ropa de marca y viajes en primera clase, son algunas de las reglas que, a partir de la carta de la presidenta, emitió el Consejo Nacional de Morena. En Puebla ha habido ejemplos de todo lo contrario a los lineamientos de austeridad.
Basta darse una vuelta al Congreso del Estado o a los actos políticos del oficialismo para ver las camionetas millonarias en las que se mueven los diputados.
Ropa de marca, uso desmedido de TikTok y otras plataformas, así como viajes en primera clase, Sobran ejemplos y pruebas en redes sociales del morenismo poblano.
Aquí es donde surge la pregunta ¿De verdad Morena en Puebla y en el país no se convertirá en la reedición del decadente PRI? Por ejemplo, de verdad los políticos y las políticas de Morena y la 4T, ¿van a dejar de ir al restaurante Mochomos, El Mural de los poblanos, Ozu, Animal, El Desafuero? ¡Si ahí se la viven! ¿en dónde comerán ahora?
¿Van a esconder sus relojes Rolex o Breguet; sus obras de arte -Picassos, Boteros, etcétera-, ¿y sus alhajas de diamantes u oro de 24 kilates? ¿Van a suprimir sus viajes a Miami y Las Vegas, donde tienen sus depas? ¿Claudia Rivera dejará de vivir en su lujoso departamento en las torres N Ducha en la zona de Angelópolis?
¿Dejarán de hacer actos anticipados de campaña y romperán sus vínculos con el crimen organizado (los que lo tengan)?.
Se ve muy complicado que esto llegue a pasar. Lo cierto es que la orden vino desde Palacio Nacional. ¿Quién de ellos hará caso a la presidenta de México? Ya lo veremos, aunque se augura que prácticamente nadie lo hará.