Puebla lista para recibir a más de 150 mil personas en la XXXIII Procesión de Viernes Santo

-Una manifestación de fe, historia y tradición. La cita es este viernes 18 de abril a las 12:00 en el Atrio de la Catedral de Puebla.

Puebla ya se encuentra lista para recibir a más de 150 mil personas que participarán este viernes 18 de abril en la XXXIII edición de la Procesión de Viernes Santo, una de las expresiones religiosas más importantes del país y que en esta ocasión contará con una organización ejemplar y un despliegue operativo de seguridad, salud y logística para garantizar la tranquilidad de los asistentes.

Durante la presentación oficial de esta edición, el maestro Carlos Martínez Cruz, presidente del comité organizador de la Procesión, destacó que esta manifestación de fe «es un símbolo espiritual y cultural muy arraigado en el corazón de los poblanos» y extendió una invitación abierta a la feligresía local, visitantes nacionales e internacionales a sumarse en esta jornada de reflexión y devoción. “Agradecemos a todos los comercios del Centro Histórico por su comprensión y colaboración, ya que sacrifican parte de sus actividades en favor de esta gran manifestación”, mencionó.

La Procesión dará inicio en punto de las 12:00 horas desde la Catedral de Puebla, con un mensaje del Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, quien ha confirmado su presencia a pesar de sus recientes problemas de salud. Posteriormente, el recorrido seguirá la ruta tradicional: saliendo por la 16 de septiembre, cruzando el Zócalo por Juan de Palafox y Mendoza, para luego avanzar por la 2 Norte hasta la 4 Oriente, continuar por la 11 Norte hasta llegar a Reforma, donde se llevará a cabo una segunda reflexión, alrededor de las 13:30 h. Finalmente, la procesión regresará a Catedral, cerrando con una bendición entre las 15:00 y 16:00 horas, con la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria.

El padre Sergio Valdivia Bermúdez, representante de la Arquidiócesis de Puebla, expresó su agradecimiento a los gobiernos estatal y municipal por el respaldo brindado: “Este es un evento netamente religioso, y como lo marca nuestro lema desde hace 33 años: seguimos a Cristo en torno a nuestro pastor”.

En su intervención, Carlos Castro Mendoza, coordinador de logística, informó que se espera la participación de aproximadamente 160 mil asistentes y más de 2 mil voluntarios distribuidos en diversas comisiones para garantizar el orden y atención. Además, el evento será transmitido en vivo por Canal 6 de Multimedios, Di Más TV y redes sociales oficiales de la Procesión.

En materia de seguridad, Francisco Rodríguez Álvarez, Secretario General del Gobierno del Ayuntamiento de Puebla, y Carlos Blanco, subsecretario de Gobierno, confirmaron la colaboración de la policía estatal, municipal, turística, vialidad, así como la participación del equipo de SUMA y otros servicios de primeros auxilios.

Se anunció que el crucero de la 11 Norte-Sur y avenida Reforma se cerrará a partir del mediodía y el sistema de transporte RUTA suspenderá temporalmente servicio entre las estaciones de Héroes y Ferrocarril. Se establecerán alimentadoras que permitirán mantener la conectividad y la gente continúe con su trayectoria.

El arqueólogo Eduardo Merlo Juárez, representante de la imagen del Señor de las Maravillas del templo de Santa Mónica, ofreció un emotivo mensaje sobre el origen y la evolución de esta procesión. Recordó que tras la prohibición de manifestaciones religiosas en la vía pública en 1861, muchas de estas tradiciones fueron suprimidas. “Hace 33 años, un pequeño grupo decidimos revivir esta costumbre. Nunca imaginamos que llegaría a crecer tanto… hoy es una de las más grandes de América Latina”, dijo visiblemente emocionado.

Relató cómo se eligieron las primeras imágenes participantes, entre ellas el Cristo de la Expiración, prestado por los Hermanos Carmelitas, y cómo se incorporaron elementos artísticos tradicionales como el retablo de cucharilla proveniente de la Sierra Norte. “Esta procesión es la continuidad de las grandes procesiones de la época virreinal”, concluyó.

Recomendaciones para los asistentes

Usar ropa clara, bloqueador solar, sombrero o sombrilla.

Llevar suficiente agua para mantenerse hidratado.

No dejar de tomar medicamentos si se está bajo tratamiento.

Supervisar en todo momento a niños y adultos mayores.

En caso de emergencia, acudir a voluntarios identificados con gafete de orden.

La Procesión de Viernes Santo en Puebla no solo es un recorrido espiritual; es también una manifestación viva de la historia, del arte sacro y del compromiso de toda una comunidad que honra su fe con organización, civismo y tradición.

Uno de los momentos más esperados es la participación del Señor de las Maravillas, cuya salida está prevista entre las 10:30 y 11:00 horas del templo de San José. La alfombra tradicional será colocada desde el jueves por la noche hasta la mañana del viernes por los fieles y vecinos de Bonanza, extendiéndose desde San José hasta Santa Mónica. “Es una labor muy sentida de la comunidad, una expresión de amor y fe que se mantiene viva”, explicó Eduardo Merlo.

Mientras que, Jaime Oropeza Casas, destacó el esfuerzo del comité organizador y subrayó que la ciudad espera recibir más de 150 mil visitantes durante la Semana Santa, lo que posiciona a Puebla como un destino clave de turismo religioso a nivel nacional. Anunció la distribución de folletos informativos y la presencia de medios especializados en la ciudad para reforzar la promoción del evento.

Las imágenes que recorrerán la Procesión son las siguientes:

La Virgen Dolorosa del Carmen. Obra quizá del siglo XVIII (atribuida a José Villegas Cora) muestra la calidad de los imagineros poblanos de esa época, como las facciones y expresiones adecuadas. Se encuentra en la capilla de Santa Teresa del Templo del Carmen.

Nuestra Señora de la Soledad. Es de factura sevillana de finales del siglo XVII. Desde su arribo despertó gran devoción al grado de que dio origen a su magnífico templo y al convento anexo de religiosas Carmelitas descalzas.

Jesús de las Tres Caídas. Se venera en el Templo de Analco y la leyenda afirma que cuando estaba siendo tallada, el escultor no permitía ninguna presencia, salvo un ciego. Cuando estaba concluida el ciego le pidió al maestro tocar el rostro de la imagen, recuperando la vista de inmediato. El milagro la hizo de una gran popularidad y devoción.

Jesús Nazareno de San José. Es una imagen de finales del siglo XVI. Su escultor Lorenzo Rodríguez fue aprehendido por la inquisición, logrando que su imagen fuera al Templo de San Pedro, donde empezó su veneración. Las autoridades decidieron trasladarlo a la parroquia de San José, donde dio lugar a la Cofradía de Nazarenos, que es la más antigua de la ciudad. La devoción dio lugar a la construcción de una suntuosa capilla y a un culto que perdura hasta nuestros días.

Señor de las Maravillas. Es hoy quizá, la imagen más venerada de la ciudad. Las religiosas agustinas de Santa Mónica la ganaron en una rifa. Una novicia descubrió que durante la noche, la imagen era azotada por dos soldados romanos que formaban parte del “paso”. El suceso causó conmoción y dio lugar a la gran veneración. Su nombre proviene de las maravillas que su devoción ha logrado.

Santo Niño Doctor de Tepeaca

Desde 1942 llegó para quedarse y desde entonces, los tepeaquenses y peregrinos de todo el orbe le rinden tributo a su imagen.

Hemos vivido el festejo número 60 del Día del Niño que desde 1961 festejan los tepeaquenses en honor al Niño Doctor y al  tepeaquense más conocido en el mundo.

Sr. Jesús de la Misericordia

Al anochecer del 22 de febrero de 1931, estando en su celda, santa Faustina vio a Jesús vestido con una túnica blanca. “Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada… en el mundo entero… Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria… y, sobre todo, a la hora de la muerte… A través de esta imagen concederé muchas gracias” [1].

La imagen de la Divina Misericordia con la firma “Jesús, en Ti confío” nos recuerda el amor misericordioso del Padre que se manifiesta plenamente en Jesucristo, quien, mostrándonos las heridas de los clavos en sus pies y en sus manos, prueba de su amor infinito e incondicional por nosotros, nos demuestra que podemos confiar en Él.

El Señor de la Misericordia nos recuerda que el amor es más poderoso que el pecado, el mal y la muerte. De su corazón brotan como dones del Espíritu Santo dos rayos: El rayo pálido que simboliza el Agua que justifica a las almas y El rayo rojo que simboliza la Sangre que es la vida de las almas – explicó a santa Faustina.