Jorge Marcelino Alejo
Si los partidos políticos no cambian sus prácticas, de reprobar a gobiernos presentes o pasados sobre lo que no hacen o dejaron de hacer, solo empeorarán los problemas públicos.
Y de ribete estarán perdiendo votos.
Aquí nos preguntamos si ese proceder ¿Significa que no les interesa solucionar los problemas que aquejan a la ciudadanía?
Por ejemplo, ahora que el desempleo -100 mil empleos perdidos en Puebla informa INEGI- provocado por la pandemia castiga los ingresos económicos de las familias, no se habla de soluciones, porque los partidos políticos están ocupados señalando que al Gobierno en turno emanado de Morena, se le olvidó el cambio prometido, que manejó mal la atención al Covid19, que corrió a miles de burócratas, que quitó recursos a programas educativos. Y más.
Pero también los partidos tienen otra costumbre, vuelven a dedicarles semanas y semanas a la selección de candidatos, y sean cualesquiera las artimañas que usan para este propósito, pierden tiempo en luchas internas y jaloneos por posiciones, que para colmo, adornan este proceso electoral con una alianza partidista que no tiene consistencia.
Ahora bien, acaso no se les ocurre a dirigentes de partidos políticos, a sus asesores, o a sus alicaídos cuartos de guerra, que sería más productivo seleccionar candidatos de acuerdo a sus capacidades para afrontar la solución de problemas públicos, incluso, los que dejaron de lado gobiernos actuales y anteriores.
Por supuesto, no es únicamente que sean capaces de dar solución a las trabas que impiden el bienestar colectivo, sino que se comprometan a trabajar en ellas y que tengan la voluntad política de llevarlos a su fin, no dejarlos a medias.
Por eso la selección de candidatos tiene que cambiar sus procedimientos, se tendrá que enfocar, esencialmente, a soluciones de la problemática pública.
Si en las semanas por venir no cambian este tipo de prácticas, sin tener bola de cristal, es cómodo advertir que en las campañas, tanto candidatos como partidos políticos, nunca plantearán soluciones concretas para renegociar la deuda pública de Puebla, que por millonario pago anual de intereses –casi mil millones de pesos anuales- deja sin maniobra para obra pública a próximos gobiernos estatales.
Y menos, mucho menos, se atreverán a proponer un plan que desprivatice el agua potable, que a propósito, la empresa que la administra aplica desde enero incrementos en las tarifas, sin que esto le importe a futuros gobernantes.
M E M O R A N D U M
GAS CARO
El nuevo apagón en varios estados al norte del país –que también afecto a municipios poblanos- fue atribuido a una tormenta invernal que trajo temperaturas por debajo de los cero grados centígrados. Los estragos fueron mayores al registrarse cortes en el suministro de gas, a empresas generadoras de electricidad en México.
Sin embargo, se le dio menos importancia al incremento de precio al gas natural. Según información de Adrián Calcaneo director del grupo Midstream Oil & NGL de UHS Market, la Comisión Federal de Electricidad –CFE-, decidió no comprar el gas al nuevo precio, porque hubo lugares en que se elevó de tres dólares por millón de BTU´s (unidades de energía) a nueve mil dólares.
Ahí se entiende mejor, el propósito que persigue la Reforma Energética propuesta por el presidente López Obrador, de darle prioridad a la CFE, para que sea autosuficiente en la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.
Ya se restauran efectos del apagón, pero ¿A qué costo?
¿Algún día, la CFE producirá la energía que México necesita?
joma61@hotmail.com