Donald Trump sabe que más impuestos duelen a las empresas

Jorge Marcelino Alejo
¡Orale! Si Donald Trump aplica el 25 % en aranceles a importaciones de Colombia, y el Gobierno de ése país le responde con el mismo porcentaje arancelario, a importaciones de Estados Unidos, es mal presagio para el comercio internacional porque esa tasa se sumaría a los impuestos que paga.
Pero veamos. Ya la Presidenta de México Claudia Sheinbaum le había lanzado a Trump que trabajará con su Gobierno en coordinación, pero nunca en subordinación, y se deja ver, que está es la misma sintonía de Gustavo Petro presidente de Colombia.
Con ello el 25 % de aranceles en ambos países, se daría por el roce diplomático, cuando Colombia no aceptó a migrantes deportados vía aérea por el Presidente Trump.
Es así que ante la proximidad de febrero, mes en que el Presidente de Estados daría luz verde al 25 % en aranceles a importaciones de México y Canadá, la fricción entre Colombia y Estados Unidos, no debe repetirse en otros países. Aquí se trata de evitar el incremento de tasas arancelarias que golpearían al comercio internacional, esencialmente, en importaciones y exportaciones
Aún más, la fricción entre Estados Unidos y Colombia, es una advertencia al Presidente del vecino país del Norte, para que se olvide de presionar con aranceles en su intento de poner orden a la Migración y al Tráfico de Drogas. Nadie ignora que lo hace, porque conoce su ventaja para aplicar sus políticas y sabe, además, que aumentar impuestos es lo que más duele a las empresas inmersas en la planta productiva.
Advierte incluso el daño financiero que causan más impuestos a las empresas, pues Él mismo a pocas horas de iniciar su segundo Mandato, invalidó el acuerdo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE- que debía cobrar impuestos a grandes empresas de Estados Unidos. Este compromiso fue contraído por el Ex Presidente Joe Biden.
El escenario será más complejo, si el Gobierno de Estados Unidos insiste en corregir la crisis migratoria y el trasiego de drogas, sin ceder en el incremento de aranceles a México y Canadá, pues de aplicarse, impactaría en el comercio al consumo de los tres países, pues con más impuestos y menos ganancias, se resentiría el encarecimiento de la vida y el debilitamiento de sus economías.
Dentro de esta encrucijada, con la deportación de migrantes y las reacciones ante el incremento arancelario, México tiene que echar mano de negociadores audaces en los encuentros de Gobierno a Gobierno, sin perder de vista, que es el preámbulo de la revisión del tratado comercial T-MEC en el 2026, en el que por cierto, Canadá quiere fuera a México.
M E M O R A N D U M
IMPAGABLES
Con el señalamiento que hace Octavio Romero como Director del INFONAVIT, de que en el país existen más de 10 mil juicios en contra de derechohabientes a causa de “créditos impagables”, se siguen dilucidando las corruptelas que años atrás cometían en el Instituto. El asunto es que los afectados no se enteraban de que eran enjuiciados y, al no haber defensa, los juicios se aceleraban. Qué curioso, los abogados “olvidaban” notificarles.
Lo equitativo sería, que con esa misma celeridad para meter a juicio a los derechohabientes, se proceda en contra de los funcionarios involucrados, notarios, jueces y despachos jurídicos que se prestaron a la irregularidad.
De otra forma continuará la desgracia para miles de familias que anhelaron tener una vivienda, pues bajo la dirección de Octavio Romero, el INFONAVIT detectó que de 373 mil derechohabientes demandados, 249 mil perdieron la propiedad.
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