Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980)
Es Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.
Don ratón se fue de parranda
Con todo mi amor dedico este cuento a mi madre la Sra. Ma. de Jesús Villegas Obispo
por darme la vida y compartirme su alegría ante la vida. Te amo mamá.
Esta historia sucedió tiempo atrás en una granja de animales, ubicada en un bosque no muy lejano.
Los animales de la granja muy nerviosos y molestos no paran de comentar acerca de Don ratón y su ausencia de la habitación de descanso, todos expresan de distinta forma su angustia por él: mamá gallina despierta está y cacaraquea sin parar, el cochino gruñe del coraje de no verlo, el perro ladra a todas partes que va, el caballo y el burro respectivamente relinchando y rebuznando cansados se ven, ni mencionar al gallo que desde hace varias horas su pico ha enterrado y la vaca muge cada hora que pasa sin ver a Don ratón en la granja.
—¿Dónde estará Don ratón? Nadie sabe la respuesta, todos se observan fijamente a los ojos y se hacen la misma pregunta, han pasado varias horas desde que partió de su hogar, la última vez que fue visto jugaba y brincaba en el lago con su amigo el conejo Abraham, —¿dónde está Don ratón? —¿acaso salió a comprar?, se pregunta también. Las ovejas y el gato lo han ido a buscar, será posible que en el bosque se extravió, las aves ayudan en su búsqueda, sigue transcurriendo el tiempo y no lo han logrado encontrar, se suman además el oso, el búho, el mapache, las águilas y el zorro.
—¿Habrá ido a jugar? Unos cuantos animales cuchichean, ellos se mismos responden quizá fue a visitar a su mamá, otros dicen que anda de parranda Don ratón en algún lugar. Tocan la puerta de pronto, —¿quién será? Es el vecino de la casa contigua el lobo Pedro, quien ha escuchado la noticia y vino a preguntar, no es Don ratón, ha sido una falsa alarma. No están de ánimos los animales de la granja, el nervio se ha apoderado de ellos, son las primeras horas de la madrugada y tan sólo se oye el viento a lo lejos soplar y más allá una terrible oscuridad, los más alarmados no soportan más, sus hermanos ratones se ponen a llorar, todos preocupados por investigar —Don ratón ¿dónde estará?
—De pronto, después de varias horas de espera a lo lejos se distingue nuestro personaje caminar, el halcón vigía comenzó a chiflar, es la señal que todos esperan con ansias, Don ratón el parrandero acaba de llegar, son las 7 de la mañana, muy feliz y sonriente luce, todos los animales de la granja lo ven entrar, y al unísono le preguntan, —¿Don ratón que ha sucedido?, —estamos muy preocupados por ti desde hace horas. —¿Dónde has estado? —Don ratón dispuesto a dar una explicación de su ausencia les responde. —Calmados mis queridos amigos, no se angustien más, sólo permítanme sentar, en un momento les voy a comentar.
—Ayer muy temprano una invitación recibí para una boda, del otro lado del bosque unos amigos se iban a casar, muy emocionado por la tarde, de traje y perfumado salí sin avisar, primero fui a la iglesia, después al salón de eventos con otros amigos a cenar y bailar, las horas volaron con ellos al platicar, una fiesta inolvidable que disfruté como nunca en mi vida. La foto del recuerdo les comparto con entusiasmo, perdónenme hermanos de la granja no volverá a pasar, sé que ustedes han pasado horas de angustia y preocupación, les pido una sincera disculpa, por lo pronto a mi habitación voy a descansar.
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