-La Constitución de 1917, retoma muchos conceptos de la Carta Magna Liberal de 1857 y de las demandas de la Revolución Mexicana
La Constitución Mexicana es un órgano que sigue presente en la vida de nuestro país. Y hoy cumple 104 años, está vigente y sigue siendo el ordenamiento jurídico que se tiene en México.
La Constitución está por encima del resto de las leyes y a la par de los tratados internacionales firmados por el presidente de la república mexicana y ratificados por el senado.
Es importante entender la Constitución Mexicana en el periodo en que fue redactada, estamos hablando del año de 1917, casi finales de la Revolución y preguntarse cuáles fueron las fuentes de esta Carta Magna, señaló Josafat Morales Rubio, catedrático de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la UPAEP.
Agregó que son dos fuentes que consolidan la Constitución de 1917, la primera es la Constitución Liberal de 1857, de la cual se retoman muchos de los conceptos que se utilizarán para dar forma a la de 1917, y la otra fuente importante son las demandas de la Revolución Mexicana, que fue un proceso muy complejo y el impacto que tuvo en la sociedad, y que “hay ciertas demandas sociales que el constituyente de Querétaro va a retomar”.
Indicó que entre las exigencias que se pueden comentar están, las demandas obreras, las demandas campesinas, la solicitud de tierras para los campesinos, temas como el derecho a la educación y las garantías individuales entre otros, que en su momento fueron temáticas muy revolucionarias y un gran aporte de la Constitución de 1917, aunque en la actualidad han quedado en segundo plano frente a los derechos humanos.
Morales Rubio expresó que otro punto peculiar que se tiene sobre la Constitución de nuestro país es ese fenómeno que se presenta, por un lado “la Constitución parece como un documento que no se puede tocar, por un lado, se dice si lo marca la Constitución, así tiene que ser. La realidad es que esta Carta Magna es un órgano vivo, es algo que se modifica y lógicamente se debe ir adaptando a la realidad actual”.
Advirtió que en México se tiene ese “sentimiento de como si la Constitución tuviera la última palabra, pero, por otro lado, tenemos otra tendencia que nos dice que si no hay una reforma constitucional, entonces no vale la ley. Y nos encontramos presidentes de la República Mexicana que a fuerza quieren meter todo en la Constitución, o los diputados o senadores que cuando quieren hacer una modificación legal, señalan que se debe hacer una reforma constitucional, situación que se ha observado en diferentes temáticas, como sucede en estos momentos con el tema energético; y la iniciativa que envió el presidente de México al Congreso en días pasados, se volvió a tomar el tema de la Constitución y se volvió a abrir el tema energético, cuando en el 2013 se hizo la reforma constitucional al respecto”.
Señaló que son este tipo de contradicciones que podemos encontrar en el derecho mexicano, en donde por un lado no queremos modificar la Constitución Mexicana, porque es como si fuera un documento sagrado; pero, por otro lado, si no la modificamos, un cambio no tiene impacto sobre la Constitución, pareciera que no valiera, que sólo es un cambio secundario, cuando en realidad pueden ser cambios importantes para el país.
Dijo que la Constitución Mexicana es un documento que sigue vigente, que se le ha metido mano en muchas partes, pero en otras no. “Podemos encontrar las modificaciones que se han hecho por ejemplo a los artículos constitucionales como el 27, el artículo tercero o el 123, vamos a observar que hay muchas modificaciones, pero en cambio, hay otros artículos que no han tenido tantos cambios.
Por último, reiteró que la Constitución Mexicana sigue vigente y es importante que los ciudadanos en general la conozcan, principalmente los jóvenes, que conozcan cuáles son los artículos más importantes y lo que representa para nuestro país.