Gabriel Sánchez Andraca
El dirigente nacional de la Red Mexicana de Franquicias, Francisco Lobato Galindo, expresó la preocupación de gran parte del sector empresarial, por la tendencia de los partidos políticos del país, de postular a famosos de la farándula como candidatos a diversos puestos de elección popular, solo por tener fama entre ciertos sectores de la población, pero careciendo de la más mínima experiencia política o administrativa que se requiere para ocupar un puesto público de elección popular.
Tal parece que a los partidos lo único que les preocupa en conservar sus respectivos registros que ven en peligro por su falta de estructura y organización, que los mantienen sin elementos preparados para la actividad política.
Los problemas que enfrenta el país son muchos y bastante graves y no se podrán resolver si llevamos al Congreso federal y a los congresos locales o a los ayuntamientos, a personas totalmente desconocedoras del oficio político y sin sensibilidad social.
El tipo de candidatos que buscan los partidos, señaló, solo demuestra la frivolidad de los mismos dirigentes, resta seriedad a una actividad, la política, que debe ser seria y responsable, que debe priorizar los graves problemas del país y designar como candidatos a quienes han trabajado para el mejoramiento social, económico y político de la nación.
Este reportero recuerda una columna, “Los Intocables”, publicada hace años en el diario Excelsior escrita por don José Luis Mejía, ya fallecido, en la que señalaba ya esta incongruencia de los líderes de los partidos entonces existentes: Decía que si alguien necesitaba hacer un viaje por carretera y requería de un conductor de automóvil, buscaría a un experto, no a un primerizo; si el viaje tendría que hacerlo vía aérea, buscaría a un buen piloto. Si necesitaba un médico, buscaría a un bien internista o a un especialista de la enfermedad de que estaba afectado y así también si requería un abogado penalista, civilista y experto en derecho laboral. Pero en política, se busca a amigos o allegados de los dirigentes de los partidos, expertos en nada, sin pensar que sus decisiones afectarán a millones de personas y ellos solo se concretarían a aprobar lo que les ordenaran que aprobaran y a rechazar lo que les ordenaran que lo hicieran….Y por eso estamos como estamos.
NUESTRO PAIS TIENE UNA DEMOCRACIA partidista y los más de diez partidos que tenemos están actualmente sin ideología lo que no les da una identidad; sin estructura, sin organización, sin disciplina interna, sin dirigencias capaces para conformar verdaderos partidos políticos. Vemos sus pleitos internos y no entendemos qué pasa. Pues eso se debe a que son partidos electoreros que solo realizan actividades en épocas electorales: en tiempos en que no hay elecciones, se la pasan papando moscas. Solo esperan los subsidios de los gobiernos federal y estatales, para sus propias necesidades, pues son subsidios millonarios con lo que sostienen una pequeña burocracia en algunas entidades, pero no hacen trabajo de afiliación, de capacitación de cuadros, no tienen órganos de comunicación interna y cuando llevan las épocas electorales, empiezan a buscar “candidatos ciudadanos” es decir, sin ninguna afiliación partidista, sin ninguna experiencia, solo para llenar la papeleta y se alían con otras agrupaciones partidistas con mayor presencia, para no perder el registro que es la patente para seguir vegetando en la política, recibiendo los subsidios millonarios y tener cierto grado de influencia en las instancia de poder.
LA DIRIGENCIA DE LA CENTRAL CAMPESINA CARDENISTA, encabezada por Antonio Herrera Delgado, se lanza contra la secretaría de Desarrollo Rural del Estado, por su mal desempeño, ya que no toma en cuenta a ninguna organización campesina, no hay diálogo, no hay apoyos. Ellos, los funcionarios de esa dependencia, dicen, hacen lo que quieren; no escuchan a los productores sobre sus necesidades. Los planes los implementan como los funcionarios quieren. Ellos distribuyen los apoyos como se les da la gana y realizan los acuerdos para la compra de insumos con las empresas, lo que antes lo hacían los propios campesinos.
Piden la intervención del gobernador del Estado, Miguel Barbosa, para que esto se corrija. Dicen que si no hay apoyo económico y técnico a los productores, las consecuencias serán sufridas por toda la población, pues los campesinos constituyen uno de los sectores de la economía estatal, más desprotegidos y olvidadas.
La producción de alimentos agrícolas y ganaderos podría desplomarse y encarecerse lo que afectaría sobre todo a las familias de menores recursos.