Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980). Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.
Una valiosa oportunidad de reflexión en el aula
(Primer periodo de evaluación)
Cada trimestre en México las escuelas primarias federales, estatales y particulares que conforman el Sistema Educativo Nacional entregan las calificaciones correspondientes al aprovechamiento de los educandos, un momento fundamental para que los padres de familia se acerquen a la institución para corroborar los avances, dificultades, áreas de oportunidad y retroalimentaciones sobre cada niño.
Con cierta melancolía y tristeza recuerdo cuando en mi infancia mi señora madre asistía a recibir mi reporte de calificaciones en la Escuela Primaria Federal “Licenciado Miguel Alemán” de la ciudad y puerto de Veracruz. Hay que destacar que en esa época (finales de los 80) los estudiantes temblábamos por la evidencia del bajo rendimiento escolar siendo las problemáticas más comunes: mala ortografía y caligrafía, conductas inapropiadas, poco cumplimiento de tareas, baja comprensión lectora, nulo entendimiento de operaciones básicas en matemáticas.
A partir de este pasaje ya mencionado, mi intervención en este primer periodo del ciclo escolar (primer trimestre) más allá de resaltar a los niños con altas notas y mencionar los que presentan dificultades y/o reprueban (cuestión que abordo de manera personal durante todo el ciclo educativo) mi participación y reflexión con ellos se desarrolla en los siguientes puntos:
- Los alumnos (sus hijos) son lo más perfecto en esta vida, cada uno es único y diferente, díganles en cualquier momento que los aman, resaltando que sus esfuerzos se originan por el bienestar de ellos.
- Ayúdelos a identificar y/o desarrollar sus capacidades o intereses por muy sencillos que parezcan.
- Una calificación no refleja necesariamente el desempeño, capacidades, habilidades, conocimientos o cualidades de sus hijos, no los mide, ni etiqueta.
- Las retroalimentaciones que brindo se originan en mayor medida por las miradas o conocimientos que poseo, muchos comentarios positivos hacia ellos puedo omitir.
- Lo más valioso que les pueden brindar a sus hijos es su tiempo y dedicación (este compromiso no se puede comprar de contado o a meses sin intereses en ningún establecimiento)
- Favorezca en ellos oportunidades de escritura, lectura, juegos, momentos familiares, propicie diálogos y debates, fomente el dibujo, el amor al arte y la naturaleza, deportes, su expresión por medio de diversos canales, etc.
- Recuerde que no es indispensable ser profesionista para formar a nuestros hijos (desechen la idea que solo los papás universitarios forman hijos exitosos) por ejemplo si usted es fontanero pídale a su hijo que lo acompañe, paulatinamente enseñe los nombres de las herramientas, y bajo su supervisión vaya explicando su labor. Mi madre fue mi primera maestra que con amor me enseñó a leer y escribir.
- No se limiten en su actuar, ni lo transmita a sus hijos, comprenda que los alumnos son los mayores exploradores de su entorno y del universo. Ellos son los mejores investigadores y científicos (todo cuestionan).
- Un niño tiene la imaginación más pura y ágil (ni mil escritores en conjunto la poseen) aprovechemos y fomentemos esta función cognitiva para desmenuzar el mundo.
- No olvidemos que lo sembrado en esta etapa (de preferencia en su niñez) cosecharán en un futuro no tan lejano en sus hijos.
Con todo respeto
Jesús Alberto
(Profesor, director y sobre todo un papá preocupado por sus hijos)