Abel Pérez Rojas. Poeta, comunicador, académico y gestor de espacios de educación permanente internacionales. Es doctor en Educación Permanente. Autor de siete libros. Creador y director de Sabersinfin.com, de las Antologías Internacionales de Poesía Sabersinfin, de la revista literaria Filigramma, de la Agenda de Poesía Latinoamericana Actual y del Encuentro Internacional de Poesía Sabersinfin, el cual se desarrolla en coordinación con la BUAP. Sus artículos semanales son publicados en medios nacionales e internacionales. Es miembro honorífico de la Academia Colombiana de Historia Literatura y Arte, y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía (México). Doctor honoris causa por el Sistema Universidad Mesoamericana. Ha recibido múltiples premios nacionales e internacionales.
Tinieblas
te imaginé
detrás del antes del inicio de la fila
cuando los átomos no tenían nombre
pero ya eran masas gigantescas para las ínfimas partículas intuidas
tu rostro que no era faz
cobró vida en las primeras efigies con rasgos de inteligencia
fuiste dínamo y combustible en los latidos diferenciadores
apareciste en la punta de lanza de pedernal
en la escuadra y compás que dio forma a los primeros planos
de las abuelas demarcaciones y los padres reinos
hiciste de la frente del genio
colina descendente para escurrir sin retenes ni aduanas
te colaste en las lágrimas del Mesías
y el sufrimiento agónico de Magdala
mojo en ti mi pluma
ocupo tu bulto como fulcro
te libero de Auschwitz Nagasaki y Chernobyl
trago tu presencia
te digiero escupo y reciclo
te nombro para evitar hegemonía
aunque sé que siempre estás ahí
polo opuesto que genera movimiento
Desfogue
ha empezado a caer la lluvia
por las mejillas de los gnomos
las gotas escurren mientras aguardan
a que cese el mal tiempo
apacibles buscarán al final del arcoíris
la ilación de versos
cáscara de la palabra que abra la puerta
a la morada que solo ellos saben
hay un charco esquina con el rosal
otro más allá de la reja
huellas de que el tiempo camina
y la borrasca sigue
un pequeño caudal invita
a crear balsas con hojas
ocurrencia fresca para recrear infancia
los elfos caminan
hilera en uno avanzan
una hada centímetros arriba les acompaña
el barro viscoso aprieta tobillos
traga dedos
impide el peregrinaje
los devotos cual fanáticos insisten
en los cielos
distante
ajeno a la retahíla de hombrecillos
hombres y descarnados
Zeus continúa desfogando sus lacrimales