Académica de la IBERO comenta resultados preliminares del Censo Nacional de Población 2020
· Personas mayores sin pensión, el gran reto
Pedro Rendón/ ICM
La doctora Carla Pederzini Villarreal, académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, consideró que “es una buena noticia” que continúe la reducción de la tasa de crecimiento de la población en México, que pasó de 1.4% en el periodo 2000-2010 a 1.2% en el periodo 2010-2020, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La especialista en temas demográficos y de migración señaló que esa tasa de 1.2% representa “un nivel de crecimiento bajo y sostenible”, totalmente opuesto a los índices por encima del 3% que se tuvieron entre los años 50, 60 y 70 del siglo XX, durante los cuales el país (que cerró el 2020 con 126 millones 14 mil 24 habitantes) experimentó una tasa de crecimiento “preocupante” que incluso se categorizó como explosión demográfica.
Al seguir analizando los datos revelados por el Censo de Población y Vivienda 2020, destacó que continúa el envejecimiento de la población, lo cual está directamente relacionado con una baja fecundidad (2.1 fue durante 2020 el promedio de hijos/as nacidos vivos de mujeres de 12 años y mayores, cifra que en 2010 fue de 2.3) y a que en el país se tienen condiciones de vida más favorables, que han abatido la mortalidad.
El Censo indica que 12% de la población (15 millones de personas) tiene más de 60 años, lo que, a decir de la investigadora del Departamento de Economía, plantea un reto y problema para México, pues un porcentaje elevado de esas personas no tiene pensión, y quizá hasta carece de ingresos para su sustento, al haber pasado su vida laboral en el mercado informal de trabajo. Si a esto se aúnan los cambios poblacionales, con familias cada vez más pequeñas, con menos hijos(as), éstos tienen más dificultades para poder apoyar a sus padres y madres que tienen edades avanzadas.
Por otra parte, agregó que la mediana de edad, de 29 años (en 2010 fue de 26), es parte del proceso de transición demográfica que se ha venido dando en el país desde mediados del siglo pasado, y que continúa transformando la pirámide poblacional, en la que se sigue reduciendo la cantidad de personas que están en las edades más jóvenes.
Entre los estados, la Ciudad de México tiene la mayor mediana de edad, con 35 años, algo que es normal tener en una zona metropolitana, al contar con mejores condiciones de vida, que amplían la sobrevivencia de la gente y donde la fecundidad también es menor. Y es en este tipo de entidades donde las políticas públicas para personas mayores tienen retos más grandes, apuntó la integrante del claustro de la Maestría en Políticas Públicas de la Iberoamericana, institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita (SUJ).
Pederzini también destacó el millón 212 mil 252 personas que, en 2020 se detectó que viven en el país, pero que nacieron fuera de México (en 2010 eran 961 mil 121), lo cual está asociado al fenómeno migratorio, particularmente al retorno de Estados Unidos de migrantes mexicanos que en muchos casos llegaron acompañados de familiares que nacieron en la Unión Americana.
Las 797 mil 266 personas nacidas en EU, que ahora viven en México, plantean un reto para su integración a la sociedad, porque en muchas ocasiones su regreso fue súbito, debido a una deportación que impidió planear su llegada a México.
Entre esa mayoría de personas nacidas fuera de México, y que en 2020 se identificó que viven en el país, se suman 56 mil 810 de Guatemala y 52 mil 948 de Venezuela. La presencia de guatemaltecos(as) no tomó por sorpresa a la académica, pues como vecina del sur, siempre ha sido una de las naciones que más migrantes envía a México.
Lo que sí le sorprendió fue el elevado número de venezolanas(os), una muestra palpable de la deplorable situación que acontece en Venezuela, país del que muchas personas han tenido que salir, y que han hecho de México uno de los receptores, aunque no de los más importantes.
De importante sí consideró al hecho de que el Censo de Población y Vivienda 2020 haya puesto en evidencia a las 5 mil 700 personas que viven en situación de calle, mil 200 de ellas en la CDMX, y otros grupos amplios en Tijuana y Guadalajara.
Este problema de indigencia, en el norte del país (Tijuana) está asociado igualmente al fenómeno migratorio, “porque muchas veces llegan los migrantes deportados y tienen que vivir en la calle porque no tienen un lugar a dónde llegar”, dijo la maestra de la Licenciatura en Economía de la Iberoamericana, universidad jesuita de la Ciudad de México.
Vale mencionar que los datos del Censo de Población y Vivienda 2020 presentados el lunes pasado son sólo una parte del mismo, que es la correspondiente al cuestionario básico que se aplica a la mayor parte de la población. “Más tarde vamos a poder tener más información, a través del cuestionario ampliado”, concluyó la Dra. Carla Pederzini Villarreal.