-La exageración en las promociones o la falta de claridad puede hacer que las empresas pierdan la confianza de sus clientes. Un aspecto destacado del Buen Fin es que alrededor del 80% de los consumidores comienza su búsqueda de productos y ofertas en línea hasta dos meses antes del evento.
El Buen Fin, una de las temporadas de ventas más importantes en México, ha dejado una huella significativa en el mercado desde su creación en 2011. Inspirado en el «Black Friday» de Estados Unidos, este evento busca impulsar el consumo interno al ofrecer promociones, descuentos y facilidades de pago que atraen a millones de compradores, señaló Judith Cavazos Arroyo, profesora e investigadora de la Facultad de Mercadotecnia de la UPAEP.
Durante el Buen Fin, miles de establecimientos en todo México participan, desde grandes cadenas comerciales hasta pequeños negocios locales. De acuerdo con Judith Cavazos, este evento no solo beneficia a las grandes marcas, sino que también desempeña un papel clave en el desarrollo regional al fomentar el consumo en empresas locales. Esto, a su vez, contribuye al crecimiento económico en diversas regiones del país.
Algunos actores clave involucrados en la organización del Buen Fin incluyen tanto entidades gubernamentales como la Secretaría de Economía, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (a través del SAT), y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), como asociaciones del sector privado, entre ellas la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) y la Asociación de Internet MX.
Sin embargo, Cavazos Arroyo advierte que, aunque muchos consumidores perciben el Buen Fin como una oportunidad para obtener descuentos considerables, la realidad puede ser distinta. Un estudio publicado en 2017 reveló que los precios no disminuyen de manera uniforme en todos los comercios. Algunas tiendas ofrecen grandes rebajas, mientras que otras apenas ajustan sus precios, o bien optan por ofrecer meses sin intereses en lugar de descuentos directos. Este panorama obliga a los consumidores a investigar cuidadosamente antes de realizar una compra.
Judith Cavazos, en su investigación con 392 millennials, encontró que muchos consumidores se muestran escépticos respecto a las ofertas del Buen Fin. La percepción de ser engañados es un fenómeno común cuando los anuncios y promociones no parecen verosímiles o cuando los descuentos son menores a lo esperado. «El escepticismo de los consumidores incrementa la percepción de engaño», señaló la profesora.
A partir de estos hallazgos, Cavazos ofreció recomendaciones clave para los consumidores:
Investigar antes de comprar: Es fundamental comparar precios y revisar las condiciones de las promociones en varias tiendas antes de realizar una compra impulsiva.
Cuidado con los meses sin intereses: Aunque es una oferta tentadora, los consumidores deben asegurarse de que el producto que están adquiriendo no tiene un precio inflado. Además, es importante calcular si los pagos mensuales se ajustan a su presupuesto a largo plazo.
Validar la información de los vendedores: Los consumidores deben buscar que los comercios actúen con ética y transparencia. La credibilidad del vendedor es esencial para generar confianza en el cliente.
Evitar el sobreendeudamiento: La facilidad de pagar a plazos puede llevar a muchos consumidores a endeudarse más allá de sus capacidades. Es vital no perder de vista el presupuesto personal.
Desde la perspectiva de las empresas, Judith Cavazos destacó la importancia de mantener la credibilidad en sus comunicaciones comerciales. La exageración en las promociones o la falta de claridad puede hacer que las empresas pierdan la confianza de sus clientes. «La ética en el discurso y la sinceridad en las promociones son claves para minimizar la percepción de engaño», afirmó.
El Buen Fin continúa siendo una oportunidad tanto para consumidores como para empresas, pero es necesario que ambos actores adopten estrategias responsables para sacar el mayor provecho de este evento sin comprometer sus finanzas o la confianza mutua.
El Buen Fin, si bien representa una gran oportunidad de ahorro y crecimiento económico, también exige de los consumidores una toma de decisiones informada y responsable. Las empresas, por su parte, deben esforzarse por ofrecer promociones transparentes y verídicas para preservar su credibilidad y evitar generar desconfianza entre sus clientes.
El Buen Fin, la iniciativa de descuentos más esperada en México, sigue generando un fuerte impacto en el mercado. Según cifras compartidas por Cecilia Encinas Orozco, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Sonora, las ventas del Buen Fin han mostrado un crecimiento significativo año con año. En 2023, las ventas en línea aumentaron un 23.7% respecto al año anterior, según la Asociación Mexicana de Ventas Online. Sin embargo, aún persisten desafíos, especialmente en el ámbito digital.
Uno de los problemas recurrentes es la experiencia de compra en línea, donde un 57% de los consumidores reporta dificultades con la carga de los sitios web, y un 29% experimentó fallos en las aplicaciones. A pesar de estos inconvenientes, las compras online siguen creciendo, con un 61% de los consumidores optando por dispositivos como computadoras, y el 39% utilizando teléfonos inteligentes.
Además, Encinas Orozco destacó la importancia de verificar la transparencia en los descuentos. A menudo, los consumidores se quejan de ofertas engañosas, donde el precio del producto parece inflado previamente para luego mostrar un aparente descuento. La falta de disponibilidad de productos también es una fuente de insatisfacción, ya que muchos comercios no cuentan con suficiente stock para satisfacer la demanda.
Entre las recomendaciones clave para los consumidores está la de monitorear precios con antelación a través de la página de Profeco y optar por establecimientos que ofrezcan garantías y políticas de devolución claras. Además, se aconseja establecer un presupuesto personal y evitar caer en compras impulsivas que comprometan la estabilidad financiera.
En cuanto a las empresas, Cecilia Encinas subrayó la importancia de cumplir con las expectativas del consumidor, asegurando inventarios suficientes y brindando una atención al cliente óptima. También es crucial mantener políticas claras de devoluciones y garantías, así como asegurar la funcionalidad de los sistemas de pago, tanto en línea como en tiendas físicas, para evitar fraudes y errores en las transacciones.
El Buen Fin, que este año se celebrará del 15 al 18 de noviembre, sigue siendo una herramienta poderosa para la reactivación económica, siempre y cuando se mantengan claros los compromisos con los consumidores y las empresas.
El Buen Fin, evento anual en México que tiene lugar en noviembre, no solo ha logrado consolidarse como una temporada clave para las ventas, sino que también genera un impacto significativo en la economía y el comportamiento del consumidor, manifestó Héctor Hugo Pérez Villarreal, Director Académico de los Posgrados en Dirección y Mercadotecnia de la UPAEP.
De acuerdo con Pérez Villarreal, un aspecto destacado del Buen Fin es que alrededor del 80% de los consumidores comienza su búsqueda de productos y ofertas en línea hasta dos meses antes del evento. Esta tendencia refleja la creciente importancia del entorno digital en el proceso de compra, lo que obliga a las empresas a prepararse con antelación para captar la atención de los clientes. En este sentido, el Buen Fin no solo es una oportunidad de ahorro, sino también un espacio para reflexionar sobre las dinámicas de consumo en la sociedad mexicana.
Desde su creación, el Buen Fin ha sido un motor para la economía nacional. En 2023, el evento generó aproximadamente 239 mil millones de pesos en ventas, marcando un crecimiento del 11% en comparación con el año anterior. Este incremento refleja el dinamismo comercial, pero también pone de relieve la importancia de que los consumidores tomen decisiones de compra informadas y responsables.
La participación de comercios es amplia y abarca desde grandes cadenas hasta pequeñas y medianas empresas. Hugo Pérez destacó que las empresas ofrecen descuentos atractivos en una gama diversa de productos, desde tecnología hasta moda, lo que convierte esta temporada en una de las más esperadas por los compradores.
Sin embargo, también mencionó desafíos importantes, como la inflación y el cambio en los hábitos de consumo. Estos factores obligan a las empresas a ser más flexibles y creativas en sus estrategias de comercialización para responder a las necesidades cambiantes de los consumidores.
Ante este escenario, Pérez Villarreal sugirió que los consumidores deben estar bien informados para evitar caer en el sobreendeudamiento. Una de las principales recomendaciones es hacer un presupuesto previo y ajustarse a él para no gastar más de lo necesario. Asimismo, comparar precios y verificar la autenticidad de las ofertas resulta crucial, ya que muchas veces los descuentos pueden ser engañosos.
Además, es importante fomentar la lealtad hacia los negocios locales, que son actores clave en el desarrollo económico del país. Apoyar a las pequeñas empresas durante el Buen Fin no solo impulsa la economía local, sino que también fortalece el tejido social.