Psic. Gonzalo Valenzuela R.
La primera fuerza motivante para el hombre
es la lucha por encontrar sentido a su propia vida
-VICTOR FRANKL
Te has puesto a pensar si celebras la vida, morir es lo de menos, vivir es lo que cuesta, y eso es así porque cada amanecer es un mundo de posibilidades, y a veces, es fácil dejarse arrastrar por el torbellino de acontecimientos y preocupaciones que te desvían de lo más sagrado, vivir aquí y ahora.
Nuestros difuntos ya cumplieron su misión, algunos no escucharon el llamado para su evolución espiritual y concluyó su tiempo en la tierra dejándonos una gran lección; aún estamos a tiempo, este es el momento de cristalizar los sueños, de encontrar un sentido a la vida, siempre habrá algo o alguien por quien luchar, como también habrá alguien por quien llorar y recordar.
La muerte llegará cuando tenga que hacerlo, pero aún falta mucho por hacer, observa a tu alrededor, la vida espera algo valioso y digno de ti, recuerda que el punto de poder siempre se encuentra en el momento presente, no te desanimes si a tu paso encuentras personas negativas, encerradas en su propio “mundito”, egoístas, sólo ocurre que aún no entienden el privilegio de servir.
Celebra la vida… canta y danza porque hoy es un nuevo día, como si hubieras renacido, no esperes estar cerca de tu lecho de muerte para darte cuenta de lo hermosa que es la vida, y lo que la hace bella son tus seres queridos, son tus actos más puros de apoyo solidario a tu prójimo, al generar bienestar, progreso, armonía en tu espacio vital; sea en tu casa o en tu entorno más próximo.
De ti depende ser luz o sombra en el sendero que caminas, de ti depende ser un simple espectador de la vida o su principal protagonista, lánzate a luchar por aquello que excita, que aturde, que hace que tu corazón palpite con fuerza y determinación, que hace más intensa tu mirada, que acorta las horas y expande tu alegría.
Es genial sonreírle a la vida porque ella te devuelve la sonrisa de muchas formas y en momentos inesperados. Celebra tu vida, imprime pasión a lo que haces, llénate de entusiasmo por el simple hecho de saber que aún respiras, piensa que quizá para mañana sea tarde disfrutar lo que tienes, de los que amas y por quienes trabajas.
Cuando descubras lo sagrada que es la vida, te resultará difícil desperdiciar el tiempo, ocupándolo en cosas que no valían la pena, por ello es conveniente que ordenes tus prioridades, y equilibres tu desarrollo en todas las esferas de tu vida; trabajo, familia, vida social, vida espiritual, vida personal, descanso y recreación, etc.
Existen tantos “muertos vivientes”, que han perdido el sabor a la vida, y no tiene que ver tanto con la edad, sino con las actitudes, con la falta de sentido y dirección en sus vidas, están vacías, con una sensación de insipidez y enajenación, porque extraviaron el camino, les ganó la pereza o el pesimismo, les fue devorando poco a poco la tristeza o los sentimientos de culpa.
Celebra tu existencia… llénate de amor, enriquece tu vida interior, date cuenta que somos mucho más que carne y huesos, somos polvo de estrellas, luz divina, espíritus con forma humana, destinados para ser felices y dar felicidad, para crecer y prosperar, porque ayudando al prójimo es la mejor forma de hacer patente el amor a Dios, de encontrarte a ti mismo y comprender a los demás.
Que la felicidad y paz aniden en tu corazón.
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