Víctor de Regil
Se viene la renovación de la Comisión de Derechos Humanos en Puebla, pero ¿Con qué cara José Félix Cerezo Vélez pretende reelegirse como presidente si su gestión ha sido un auténtico desastre por decir los menos?
Y es que este “ombudsman”, herencia del barbosismo, no sólo ha vegetado por casi cinco años.
También ha conseguido que todo mundo se pregunte, qué sentido tiene la existencia de un organismo que no sirve para nada, que cuesta mucho dinero a los ciudadanos y que sólo es utilizado por sus directivos para sus fines personales.
Ciertamente, la sociedad civil e instituciones no ven a la CDH Puebla como un contrapeso real al poder ni como un aliado de las causas y víctimas de los derechos humanos. Más bien se le observa como tapadera, como un ente mudo, sordo y ciego.
Para nadie es un secreto que una de sus mayores deficiencias es que no presenta acciones de inconstitucionalidad y cuando lo hace, estas van en contra del derecho de víctimas, por ejemplo de siniestros viales porque pretender quitar el seguro obligatorio de daños a terceros.
Con Cerezo Vélez, las acciones de inconstitucionalidad han ido a la baja: 8, en 2019; 7, en 2020; 6, en 2021; 5, en 2022, y 2, en 2023.
Peor aún: la Auditoría Superior del Estado de Puebla tiene pendiente publicar el informe individual 2023, pero en el del 2022 se determinó el pliego de observaciones 0238-22-90/32-E-PO-01, donde se presume un probable daño por un monto de $163,891.32 (ciento sesenta y tres mil ochocientos noventa y un pesos 32/100 M.N.), que corresponde a la suma de las remuneraciones pagadas en exceso de cuatro personas servidoras públicas.
También existe una solicitud de aclaración (0238-22-90/32-E-SA) por $220,000.00 (doscientos veinte mil pesos 00/100 M.N.) por no existir acta entrega recepción de la totalidad de servicios recibidos por impresiones.
En cuanto a capacitación y difusión de derechos humanos, sólo ha habido retroceso. A pesar que las autoridades más señaladas como violatorias de derechos humanos son los Ayuntamientos del interior del estado, la CDH Puebla concentra el 64% de las acciones de difusión y capacitación en el municipio de Puebla.
No obstante, para 2023 la CDH Puebla reportó capacitación a 29,606 personas servidoras públicas.
Aunque la CDH Puebla reporta 700 acciones de capacitación y difusión al año, casi la mitad de los esfuerzos, consisten en solo distribuir materiales impresos.
Para 2023 hubo un aumento a 179 mil materiales.
En el Programa VIH/SIDA, desde el 2020 prácticamente las personas atendidas bajaron en 90% y así se ha mantenido. En el Programa de Personas Adultas Mayores, la atención de personas anual era de 1,500 y en 2022 bajó a 249.
Administrativamente hablando, la CDH Puebla es una catástrofe. Entre 2018 y 2022, la plantilla laboral pasó de 65 a 84 personas, debido a la creación de la Tercera Visitaduría en 2020 y a la Cuarta Visitaduría en 2022 y al Instituto de Investigaciones y Estudios en Materia de Derechos Humanos; no obstante, este último solo tiene a una persona adscrita.
De 2018 a 2024, el presupuesto de la CDH Puebla incrementó casi al doble, de 22 millones a 44 millones de pesos.
Lo más escandaloso de todo es que apenas fue impuesto como presidente de la CDH y realizó los siguientes aumentos salariales:
Así, José Félix Cerezo Vélez es el sexto “ombudsman” mejor pagado a nivel nacional, solo debajo de Estado de México, Sinaloa, Guanajuato, Coahuila y Chiapas. Pero uno de los más ineficientes, si no es que el más.
Por si algo faltara, la CDH Puebla da poco seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones que emite, pues existen expedientes que tenían más de mil días “en seguimiento”, pese a que la normativa aplicable establece que estas se deben cumplir en un periodo de 15 días naturales.
Para la Encuesta Nacional de Derechos Humanos 2023, a diferencia de la mayoría de comisiones estatales que sí cumplieron, la CDH Puebla reportó no tener información sobre personas servidoras públicas sancionadas con motivo de las quejas que recibe y las recomendaciones que emite.
Las quejas que recibe la CDH Puebla han aumentado año con año porque, según José Félix Cerezo Vélez, se han ampliado los medios de recepción, pero a pesar que la mayoría llega por escrito o presencial, las oficinas con las que cuenta la comisión son escasas.
En 2023 hubo 8,378 quejas, pero la tasa de resolución es de 58%, similar a todos los años de la gestión.