Jorge Picazo Carrillo. Júpiter (turbulencia)

 

Jorge Picazo Carrillo, originario de la Ciudad de México, amante de la literatura y escritor desde los 13 años. Han publicado sus textos en diversos espacios literarios de internet y un cuento al interior de una antología en libro físico: Sitios: «El Cuentista» y «Rincón Poético» en Spotify // «Apofénicos», «Fóbica Fest», «El Arte Convertido en Escritos», «Tabula Escrita», «Literaven» (en 3 idiomas) y «Herederos del Kaos – Arte y literatura» en Facebook // «J.J. Zapata» y «Rincón Poético» (en español e inglés este último) en YouTube // «Revista Azul Oscuro» en Instagram // Antologías «El Reino Olvidado» y «Pesadillas Bajo la Tinta (vol. 2)» en Lektu // Antologías «El Narratorio» y «Cuentos sucios, no tan sucios» en sitios webs // Revista digital «Revista Rêveuse» // Libro físico «Mentes Corroídas».

 

Júpiter (turbulencia)

 

Miro sin ver, visiones de un mundo por demás insólito, análogo a espirales giratorias hipnóticas que provocan la sensación de estar cayendo absorbido por ellas. Universo bizarre. Psicodelia; tan colorida e imperceptible a la vez. Así percibo a la realidad.

Droga alucinógena consumida; surrealismo. Ensoñaciones próximas al despertar. Estelas neón difuminadas a extrema velocidad, luces citadinas distorsionadas por gotas de lluvia sobre un cristal.

Ilusiones que buscan dueño, y se pierden en la inmensidad de la noche al no encontrarlo. Caló vulgar de seres miserables; léxico sin poesía, extraviado, hueco, así como uno de tus malditos días insípidos, vanos a pesar de ti mismo.

Amaneceres muertos; neblinas espectrales en mis paisajes. Síntoma post-parto. Tono negro desteñido. Existencia agónica, en permanente opresión de enfermedades. Sensación al contemplar a un animal apaleado.

Somos andariegos esqueletos enfundados en armadura, ¿de metal o mezclilla? No importa, seguimos siendo esqueletos.

Jinetes del Apocalipsis y su inexorable avance hacia el destino, a ritmo de Riders on the Storm.

Realidad próxima a nada. Lapso sin tiempo, suspendido; instante pétreo y perpetuo, sin inflexiones, sin locura. En perspectiva, la única esperanza de la realidad, es que ya no la hay.