Psic.Gonzalo Valenzuela
Un profesor trabaja para la eternidad;
nadie puede decir dónde acaba su influencia
Adams
La docencia es la más noble y sublime profesión. Instruir no es toda su labor, va mucho más allá. La sabiduría del maestro es luz. Enciende el alma de sus alumnos, abre nuevos horizontes, siembra esperanza en sus corazones. Por sus venas arde; patriotismo, amor, justicia y servicio.
Educar no es fácil hoy en día, ni para la familia, ni para los profesores, sobre todo cuando se intenta formar en valores y favorecer la convivencia sana, pacífica y armónica. Existen distractores y circunstancias en contra; la inseguridad y promoción de la violencia; en series, películas, videojuegos, teléfonos portátiles, internet, familias desintegradas y tantos etcéteras.
La influencia en los niños y jóvenes, de los medios masivos de comunicación, en este mundo globalizado cada vez es mayor. Les van marcando la pauta, en cuanto a; tendencias, estilos de vida, gustos, prioridades, hasta les crean necesidades ficticias, para verse bien y sentirse mejor.
La Misión del maestro es; despertar conciencias, expandirlas. Llenar de fuego la mente de sus alumnos, para que ardan nuevas ideas, desarrollar la creatividad, fortalecer la fe, quitar la venda de la ignorancia y en su lugar, llenar sus cabecitas con la luz del saber.
Lo que aprenden en los medios masivos de comunicación, es la filosofía que está en boga; Sigue la ley del menor esfuerzo, adora al “dios del dinero”, goza todo lo que puedas, porque la vida es corta, -el que no tranza no avanza-, tu libertad, es primero, se agresivo para que te respeten…
El contenido de la mayoría de los programas, series y películas, giran alrededor de la violencia y el sexo; tenemos niños y jóvenes muy erotizados, adictos a la gratificación sexual inmediata, irresponsable, dejándose llevar por sus instintos e impulsos, sin pensar en las consecuencias de sus actos.
Una gran responsabilidad docente es ayudar a los estudiantes a convertirse en mejores personas. Yo sé que no es fácil la tarea, sin embargo; el futuro de ellos está en sus manos, el futuro de la comunidad, de la ciudad, del estado y del país, está en sus manos.
No te conformes con que aprendan algo que no sabían. Saca lo mejor de ellos, hazlos que sueñen en un futuro diferente, donde impere el amor fraterno y el respeto, la tolerancia y la cooperación, la responsabilidad y el compromiso personal y social, sobre todo, donde haya paz.
Ayúdalos a descubrir al héroe que llevan dentro, que crean en ellos mismos, en su poder personal para transformar su entorno. Haz que sigan tu ejemplo, que se inspiren con tus actitudes y convicciones. Siembra en sus corazones la idea, de que son líderes y campeones.
Haz de ellos seres muy especiales, trabajadores, ordenados y generosos, mientras estén en el aula y en la escuela son como tus hijos, no renuncies jamás a tu autoridad, para ganártelos. Edúcalos, para que sean los héroes que necesitamos y salven a nuestro planeta moribundo.
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