-La innovación no debe verse como un fin en sí mismo, sino como un medio para crear experiencias educativas que realmente transformen la vida de los estudiantes. Lo más importante es que, tanto profesores como estudiantes, estemos siempre cuestionándonos cómo podemos mejorar y hacer que la educación siga siendo relevante para la sociedad.
La educación ha sido uno de los sectores más desafiados por los constantes cambios tecnológicos, sociales y culturales. Hoy, en pleno 2024, la innovación educativa se presenta como una herramienta clave para enfrentar estos retos y transformar las experiencias de enseñanza y aprendizaje, enfatizaron Gabriela Lechuga Blásquez, Directora de Innovación Educativa y Desarrollo Académico de la UPAEP, y el Dr. Hugo Pardo Kuklinski, fundador y director de Outliers School, en su visita a la universidad poblana.
Gabriela Lechuga destacó que el principal objetivo de la UPAEP es formar estudiantes con un perfil integral que les permita resolver los problemas del mundo real, a la vez que desarrollen una conciencia crítica y transformadora. «Para nosotros, no hay mejor innovación educativa que aquella que soluciona de manera práctica y sencilla los retos a los que se enfrentan tanto quienes enseñan como quienes aprenden», señaló.
Uno de los temas más importantes discutidos fue cómo la pandemia de COVID-19 aceleró la necesidad de adaptar los modelos educativos a nuevas realidades. El Dr. Hugo Pardo subrayó que «la pandemia fue un momento malísimo para la humanidad, pero sirvió como experiencia para acelerar los procesos de innovación que debían haberse implementado mucho antes». En este sentido, mencionó que el cambio hacia modelos híbridos, que combinan lo mejor de la enseñanza presencial y online, es fundamental para el futuro de la educación.
Hugo Pardo abordó la importancia de adecuar las estrategias educativas a las necesidades de los estudiantes actuales, quienes crecen inmersos en la tecnología. «Hoy, no podemos permitir que haya una brecha tecnológica entre profesores y estudiantes. Los docentes deben integrar la tecnología de manera efectiva en sus clases para motivar a los alumnos y facilitar el aprendizaje», comentó. Este enfoque busca no solo incorporar herramientas tecnológicas, sino también personalizar la enseñanza para adaptarse a las formas en que los estudiantes de hoy en día aprenden.
Pardo Kuklinski, resaltó que uno de los mayores desafíos para las universidades es la integración de los nuevos estudiantes que ingresan desde la educación básica y media superior. «Las mejores universidades son aquellas que están obsesionadas con mejorar la experiencia de sus estudiantes, especialmente de los de primer año, quienes enfrentan una gran transición al llegar a la educación superior», afirmó.
Al ser cuestionado sobre la adaptación de los sistemas educativos a nivel mundial, Pardo Kuklinski explicó que las realidades varían enormemente. «Las mejores economías del mundo suelen tener los mejores sistemas educativos, lo que demuestra la importancia de la educación en el desarrollo de una sociedad», añadió.
Ambos académicos coincidieron en que la innovación no debe verse como un fin en sí mismo, sino como un medio para crear experiencias educativas que realmente transformen la vida de los estudiantes. «Lo más importante es que, tanto profesores como estudiantes, estemos siempre cuestionándonos cómo podemos mejorar y hacer que la educación siga siendo relevante para la sociedad», concluyó Gabriela Lechuga.
Con iniciativas como estas, la UPAEP se posiciona como una institución que no solo adopta la innovación educativa, sino que la lidera, adaptando sus modelos a las necesidades de un mundo cada vez más complejo y dinámico.