Gabriel Sánchez Andraca
Hay excepciones muy honrosas, pero la generalidad de los políticos de todos los partidos, carecen de algo fundamental que es el oficio. Dan la impresión de ser improvisados y de no tener el más mínimo interés en aprender a hacer las cosas bien.
El oficio político lo han perdido ya hasta muchos priístas que durante décadas gobernaron al país con oficio y sensibilidad social. Llegó el remolino de los neoliberales encabezados por Carlos Salinas de Gortari y en tres décadas convirtió a los buenos políticos del PRI en mediocres vividores a costa del presupuesto, salvo excepciones, repetimos.
El Partido Acción Nacional, que tiene ya más de 80 años de existencia, llegó al poder hace 20 años con Vicente Fox y repitió en el siguiente sexenio con Felipe Calderón y los honorables intelectuales fundadores del partido conservador, demostraron que en sesenta años no pudieron formar cuadros de militantes capaces para gobernar con honradez y acierto a este país que de ser ejemplo en Latinoamérica de progreso y apertura, cayó, con los panistas, en ejemplo de todo lo contrario.
No solo se detuvo el progreso económico, sino que se dio marcha atrás en temas tan importantes como política internacional, pues de ser un país que se revelaba a las imposiciones de Washington, como romper con Cuba después del Triunfo de Fidel Castro, y décadas atrás, recibir a refugiados que huían de España y Alemania y otros países de la barbarie nazi -fascista de Francisco Franco y de Adolfo Hitler.
¿Se acuerda de la “orden” que dio Fox a Fidel Castro cuando se celebró en México una reunión de países de latinoamericano con el presidente gringo Bush?
“Comes y te vas” le dijo con voz autoritaria y el presidente cubano respondió con cierta sorna: “Si señor presidente….y que más quiere que yo haga”.
Cuando le tocó el turno a Felipe Calderón ir a una reunión de esas, pasó totalmente desapercibido porque los presidentes de los países de América Latina, simplemente lo ignoraron.
Fox recibió al país con un crecimiento del cinco por ciento anual y con él bajamos a solo el uno por ciento y se perdieron miles de empleos al grado de que su sucesor, Calderón, dijo en su campaña, que él sería reconocido como “el presidente del empleo” algo que no cumplió y con él hubo un año en que México fue el país latinoamericano que menor crecimiento económico tuvo. Tuvimos un decrecimiento de menos uno, debajo de Haití, el país más pobre de nuestra América.
¿Por qué recordamos esto? Por el reclamo airado de la dirigente estatal panista a la actual presidenta municipal de “Morena” Claudia Rivera que pretende reelegirse.
Estamos de acuerdo con doña Genoveva Huerta, la panista, de que doña Claudia ha realizado un gobierno menos que mediocre en el ayuntamiento de esta capital: sin programa, sin plan, sin objetivos precisos. Parece todo improvisado, todo hecho al a’i se va. No hubo plan para el tapado de baches cuando se necesitaba; las obras se realizaron sin ton ni son. No hay nada que reconocer a las autoridades de Morena en el municipio de Puebla, que cerraron el año 2020, con la realización de ciclopistas a ras de tierra, lo cual es correcto, pero que en vez de ser algo necesario, resulta inútil para una ciudad que no tiene cultura para el uso de ese tipo de vehículos para la trasportación personal, como se demostró durante el morenovallismo, primer gobierno panista por cierto, que levantó costosas estructuras para los ciclistas, ciclistas que no existen. Si cuando se llevó a cabo la construcción de la ciclopista del Carolino a Ciudad Universitaria, se hizo un censo que dio por resultado que solo el uno por ciento de los posibles ciclistas veían necesaria la ciclopista, en las que doña Claudia implemento en la 25 oriente-poniente, una de las avenidas más transitadas por vehículos automotores y la que va de la avenida circunvalación, al boulevard Atlixco, pasando por la avenida Margaritas, desde su terminación hasta la fecha, no se han visto ciclistas a ninguna hora, es decir, las ciclopistas en Puebla siguen siendo un fracaso, tanto en las alturas del panista, como a ras de tierra, de la morenista.
PERO PORQUE QUIEN REPRESENTA AL partido conservador en Puebla tiene que emplear palabras ofensivas como descaro, desvergüenza, para referirse a la intención de reelegirse de doña Claudia y se olvida de los fracasos panistas, tanto del primer gobierno estatal surgido de ese partido, como del segundo presidente municipal que también surgió del PAN, don “Lalo” Rivera, que fue ninguneado por el gobernador de su mismo partido desde el primer grito de Independencia realizado en el palacio municipal, al sustituir su presencia en el balcón por el senador Javier Lozano Alarcón.
Siempre hubo desprecio del gobernante estatal panista, hacia el presidente municipal también panista y al final, a punto estuvo de meterlo a la cárcel acusandolo de malversación de dinero público y le impuso un pago de 25 millones. Todo esto se borró, cuando le pidió, para fortalecer la campaña de su esposa Martha Erika Alonso a la gubernatura, que aceptara ser candidato nuevamente a la presidencia municipal, que no ganó.
Los panistas ¿con qué descaro, con qué desvergüenza se atreven a criticar a quienes han sido tan malos gobernantes en fechas recientes, como los que terminan o han terminado los periodos para los que fueron electos?
Para ser opositor, no es necesario insultar y hacer reclamos. Hay que presentar proyectos viables para el desarrollo de la comunidad a la que se piensa gobernar y hay que hacer esfuerzos para lograr unidad dentro de su propio partido, formar cuadros capacitados para ejercer el oficio político, como lo pidió el fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, La demagogia y las poses de redentores, no les quedan a los panistas, ni a los dirigentes de ningún ogtro partido político.
EL DOMINGO PASADO, EL EX PRESIDENTE LUIS Echeverría Alvarez, cumplió 99 años de edad. Es el ex presidente mexicano más longevo de la historia y último de los cuatro mandatarios mexicanos nacidos en el Distrito Federal y no en la provincia. El mentor de Echeverría, en cuestiones políticas, fue el general poblano Rodolfo Sánchez Taboada, de quien fue secretario particular cuando ocupó la presidencia nacional del PRI, que antes se llamó Partido Nacional Revolucionario y Partido de la Revolución Mexicana. Fue en el gobierno de Manuel Avila Camacho, cuando se convirtió en Partido Revolucionario Institucional, para la campaña de Miguel Alemán Valdez.
Uno de los asistentes al festejo familiar que le hacen a Echeverría en su casa de San Jerónimo cada año, ha sido el nieto del general Sánchez Taboada, el doctor Germán Sierra Sánchez.
Ese día, 17 de enero, día de San Antonio Abad, patrono de los animalitos, también celebraba su santo en Puebla, con asistencia de toda la clase política poblana a la ciudad de Atlixco, don Antonio J. Hernández, líder vitalicio de la CROM en la entidad. Tiempos aquellos que no volverán.