Victor de Regil
El próximo alcalde de Puebla José Chedraui Budib ha presentado a quienes serán los integrantes de su gabinete a partir del 15 de octubre y lo acompañarán los próximos 3 años.
Hubo escasas novedades, pues en su mayoría, son nombres que ya se habían mencionado en columnas y redes sociales.
En la lista que se dio a conocer predominan dos aspectos: el pago de facturas a grupos de poder que apoyaron la campaña y el perfil técnico de varios de los próximos titulares de las principales dependencias municipales.
¿Es este el equipo que va a “emprender el vuelo de la Angelópolis”? Ojalá, porque la ciudad está echa un tiradero y urgen soluciones de fondo.
Otro punto importante del gabinete es que todo fue consultado o cruzado con el gobernador electo, Alejandro Armenta.
El próximo mandatario estatal tiene al menos dos posiciones en el gobierno municipal que iniciará en unos días más: la Secretaría General y la Secretaría de Bienestar y Participación Ciudadana.
En la primera colocó a un viejo amigo y operador suyo, Joaquín Espidio. Y en la segunda, donde se esperaba a Rodrigo Abdala, finalmente se designó a Carlos Gómez, quien fue su secretario particular en el Senado de la República.
Lo que respecta al nombramiento de Fernando Rosales como secretario de Seguridad Ciudadana pasó forzosamente por el visto bueno de Alejandro Armenta, además de por el aval de Omar García Harfuch, el secretario de Seguridad del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Pero en todos los demás casos, al menos le pidieron su opinión.
Lo que confirma que José Chedraui respeta la jerarquía política del gobernador electo, no quiere pleitos con él y tampoco arrebatarle protagonismos. El alcalde electo no se ha cansado de enviar señales en ese sentido y ha sido sumamente respetuoso. Y una y otra vez ha dejado de lado su ego, el natural en todo hombre de poder económico y político y, sobre todo, ha desoído a quienes le aconsejan otro rumbo.
Sabe perfectamente que en los eternos choques en Puebla entre el gobernador y el alcalde en funciones, este último siempre ha salido perdiendo. Difícilmente un presidente municipal va a ganar a un gobernador.
Es una realidad que es mucho mejor convivir, sumar, cohabitar, colaborar en santa paz, sin subordinación. El ayuntamiento necesita al gobierno del estado más de lo que el gobierno del estado necesita al ayuntamiento.
Nadie espera que José Chedraui vaya a ser un empleado, o un mero gerente, en Palacio Municipal, como ha sucedido en otros periodos de Puebla. Tendrá que ser autónomo, pero respetuoso de la investidura del gobernador, lo que suena más fácil de lo que es en la práctica, en el día a día. Va a requerir mucha inteligencia, mucho oficio político y mucha sensibilidad para que la relación no se deteriore ni se rompa.
Y ahí el equipo que anunció va a ser fundamental para mantener los equilibrios, para hacer labor de contención y para dar los resultados que esperan los ciudadanos.
Por otra parte, no han faltado las voces que señalan que en el equipo de José Chedraui, no hay perfiles de la 4T. Lo que algunos llaman la “gente de izquierda”. Los “puros”.
En el gabinete municipal anunciado hay, por supuesto, muchos profesionales que trabajaron para Rafael Moreno Valle, Tony Gali y Luis Banck. En su mayoría son gente capaz, que conoce y domina su área, y sobre todo con experiencia en la administración pública, algo de lo que carecen muchos “cuadros” de la 4T.
Pero hay que entender que más ayudan los que no estorban y que la ciudad sufre de tantos problemas, que más vale bueno por conocido, que malo por conocer.
Finalmente, hasta donde se sabe, el titular de la Secretaría de Economía y Turismo, Jaime Oropeza Casas, llegó a propuesta de los organismos empresariales, quienes así vivirán una luna de miel con el nuevo gobierno municipal.