Victor de Regil
Tanto Sergio Salomón como Alejandro Armenta, gobernador en turno y entrante respectivamente, han negado que se vaya a dar un incremento a la tarifa del transporte público, los permisionarios ya han lanzado en redes sociales una campaña para solicitar que se dé lugar a su solicitud de aumento a 12 pesos, cuando actualmente la tarifa en promedio se encuentra en los 8 pesos en la zona metropolitana y la capital.
Y es que, los principales dueños de las concesiones en Puebla llevaban ya desde la campaña armentista en contacto con quienes decían iban a ser los nuevos titulares de la Secretaría de Movilidad, Rómulo Arredondo y Abraham Sánchez, a los cuales, aseguran les dieron dinero para la campaña; incluso, para la etapa de la transición a cambio de ser apoyados en sus demandas económicas.
De hecho, los transportistas celebraron reuniones ya con ambos personajes durante la etapa de la transición, pues daban por hecho que Arredondo y Sánchez serían quienes iban a despachar en esta dependencia.
Pero todo cambio al enterarse de la designación de quienes serán los nuevos titulares de Movilidad y Transportes, la ex diputada Silvia Tanús y Juan Manuel Vega Rayet, los transportistas vuelven a la carga con una campaña en redes sociales y grupos de WhatsApp, en donde hacen alusión a cómo se han incrementado casi todos los productos en los últimos años, menos sus tarifas al transporte público.
Solo por mencionar, señalan que el refresco de Cola se ha incrementado en un 191 por ciento en los últimos 15 años, cosa que desconozco si es o no cierta, pero que los transportistas citan como un ejemplo, al alegar que el precio del transporte no se ha ajustado de esta forma en los últimos 15 años.
También ponen como ejemplo, el incremento que han tenido productos como las llantas de los distintos vehículos en los últimos 15 años, siendo uno de los productos más necesarios dentro de este sector.
La campaña está muy bien diseñada por parte de varios integrantes de las empresas del transporte público en Puebla, las cuales buscan hacer presión al final del sexenio de Sergio Salomón, para ver si logran que el gobernador saliente, apruebe el incremento a la tarifa antes de irse el próximo 15 de diciembre.
La realidad es que los transportistas van por lo que consideran, al menos ellos, que es una demanda justa de su parte, ante el incremento que han sufridos, muchos de los insumos que usan de manera diaria para brindar este servicio, aunque siendo objetivos, también hay que decir, las unidades dejan mucho que desear y nunca han cumplido con lo que prometen cada vez que se le otorga el incremento a la tarifa, la modernización de las unidades y el ofrecer un servicio público que sea de calidad.
De igual forma, no han cumplido con la capacitación a los choferes para ofrecer un servicio de calidad siendo, como siempre, los usuarios los que sufren las consecuencias de los aumentos y del pésimo servicio.
Es importante mencionar también que el transporte público en Puebla, ha trabajado con plena impunidad durante las administraciones morenistas, con unidades chatarra, con más de 10 años de antigüedad, las cuales, de acuerdo a la ley, ya no deberían de circular, así como también, ocasionando múltiples accidentes, con el saldo de muchas vidas cercenadas por estos verdaderos cafres del volante.
Vamos a ver quién gana, si los transportistas o las autoridades, la moneda está en el aire.