Roberto Guillermo Cuspinera Durán. Vine para quedarme

 

Roberto Guillermo Cuspinera Durán. Licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas. Postgrado en Orientación y Desarrollo Humano. Postgrado en Psicoterapia Gestalt. Graduado de la Escuela de Teatro de Manolo Fábregas. Participó como actor en telenovelas, series (Tú a alguien le importas, El derecho de nacer, El ángel caído, entre otras) y obras de teatro mexicanas (Hoy invita la Güera, 12 hombres en pugna). Trabajó como conductor del programa Hoy de mañana y en la teletienda El Kanguro, de Antena 3, en Madrid, España. También fue vocalista de la agrupación musical La Década Prodigiosa.

Actualmente se desempeña como psicoterapeuta en Veracruz y explora el mundo de la literatura, de la mano del maestro Miguel Barroso Hernández, en el Taller de Escritura Creativa Miró.

 

Vine para quedarme

 

No sé por dónde empezar… La cabeza me estalla. ¿Seré lo suficientemente fuerte para revelar el oscuro secreto de mi vida? Hoy es el día y no lo puedo postergar. Recuerdo, perfectamente, aquella mañana:

Era 15 de septiembre de 1945 y Carla estaba lista para ir a la playa cuando escuchó a mamá gritar, desde la cocina:

—¡Tatá, ya no hagas esperar a tu hermana! ¡Y recuerda que les tengo prohibido meterse al agua!

Yo, solo quería desobedecerla. Aprovecharía el menor descuido para jugar entre las olas, ser feliz y libre. ¿Libre? ¡Sí! Atisbé una esperanza. La oportunidad se presentó sin que lo planeara…

Llegamos a la playa y le pedí a Carla ir a la ribera. Dije que quería caminar y sentir el agua sobre mis pies. Accedió a regañadientes y, ya cerca, me solté de su mano y corrí mar adentro. Ella no sabía nadar y gritaba, desde la orilla, como loca: “¡Tatá! ¡Tatá, ven, es peligroso! ¡Tatá, por favor!” De pronto, mi cuerpo desapareció de la vista de todos. Sumergido, nadé cuanto pude porque quería escapar de un matriarcado que también me ahogaba.

“Otra víctima del mar”: se leía en los titulares del periódico local y la noticia vestía de luto a toda la ciudad.

“El pequeño Gabriel Rubalcaba, a punto de cumplir 15 años, desaparece en las playas de Veracruz. Marinos de la Heroica Escuela Naval Militar, encuentran restos del traje de baño. El señor Rubalcaba, juez de distrito y padre del niño, asegura que su familia afronta la tragedia sin consuelo…”

La desdicha, afectó a Carla para siempre. Con la culpa a cuestas, ha vivido 70 años. Hoy cumple 90 y yo casi llego a los 85, porque evidentemente no morí. Mi hermana está sola y llevo varios minutos afuera de su casa para pedirle perdón. Lo único que quiero es abrazarla y decirle que vine a quedarme.