Gustavo Monterrubio Alfaro
Finalmente fue aprobada por el legislativo la tan temida e inaplazable reforma al poder judicial, que es, por mucho, el más putrefacto de los tres poderes.
Ahora pasa a las legislaturas estatales para que con 17 congresos locales que la aprueben, se cumpla el trámite y entre en vigor.
El de Oaxaca es el primer congreso que aprueba la reforma judicial.
Morena gobierna en 24 entidades, Jalisco sigue en litigio, por lo que será mero trámite la aprobación de la histórica reforma al poder judicial.
Un ministro de la corte, cuyo nombre no recuerdo, se jactaba desafiante: “¿Quién se mete con la Corte? Y pues de repente surgió un tipo que no sólo se metió con la corte, sino desafió a la pléyade de jueces y magistrados corruptos, que son legión; este tipo responde al acrónimo AMLO.
Lo ven, ya lo decía, era fácil conseguir los votos que faltaban en el Senado para alcanzar la mayoría calificada y reformar la Constitución, todo se reducía a una cuestión de regateo, un quid pro quo: te doy mi voto a cambio de… muy probablemente la candidatura a gobernar la entidad de la que son oriundos los dos ex perredistas y el panista que votaron a favor de la reforma.
Pero nadie se alarme por el mercadeo político, porque esta es una práctica tan antigua como el poder mismo y tan extendida que no hay gobierno en el mundo que no negocie con su oposición o poderes fácticos, temas como el que nos ocupa, incluso en el Vaticano se dan estos trueques, con los que los candidatos al papado logran los votos necesarios para convertirse en representantes de Pedro, que son justamente dos tercios.
El cónclave es el espacio y tiempo donde se negocian votos por canonjías, por ejemplo, vota por mí y te otorgo el negocio de la Capilla Sixtina. De esta manera la fumata blanca a través de la chimenea de la Capilla Sixtina, anuncia al mundo católico: Habemus papam.
De suerte que no se debe cuestionar, a priori, al gobierno federal, sin antes hacer memoria, en un caso reciente, entre miles, cuando el gobierno de Peña Nieto gastó miles de millones de pesos de los contribuyentes para comprar los votos necesarios y aprobar la reforma energética; no olviden que Emilio Lozoya, entre otros, enfrenta el proceso penal cómodamente en su hogar, gracias a un juez corrupto, que abundan, por los dineros desviados a ese propósito y lo más grave fue que la dichosa reforma era contraria al interés nacional ya que beneficiaba a trasnacionales petroleras. El gobierno federal a revertido partes de esa nefasta reforma.
Así que si se cuestiona al gobierno federal por la forma como adquirió los votos necesarios, debe juzgarse con el mismo rasero a todos los gobiernos precedentes y les aseguro que no quedará títere con cabeza.
Habrá intentos por echarla abajo, por no aplicarla o ponerle obstáculos, pero sí el pueblo se informa, participa y se moviliza, nada la detendrá.
En suma, la elección de funcionarios judiciales será más democrática, trasparente, menos perversa y dotará de verdadera autonomía a los jueces, y reitero, siempre será mejor, en cualquier circunstancia y contexto, que yo, Juan Pueblo me equivoque alguna vez, a que siempre acierten los gobernantes de turno, las mafias partidistas y los poderes fácticos.
Cierto: Consummatum est.