Valentina González/ICM
· El Programa de Género e Inclusión, en conjunto con la investigadora de la Universidad de Valencia, la Dra. Capitolina Díaz, creó una herramienta que ayuda a emplear el lenguaje incluyente en la redacción de textos
La Universidad Iberoamericana, a través de su Programa de Género e Inclusión, en conjunto con la investigadora de la Universidad de Valencia, la Dra. Capitolina Díaz, creó CaDi, el primer traductor de lenguaje inclusivo, una herramienta que ayuda a emplear el lenguaje incluyente en la redacción de textos.
En entrevista, la Dra. Capitolina Díaz explicó que en el ámbito del feminismo han sido décadas de preocupación por hacer visibles a las mujeres en el lenguaje, pues lo que no se dice, no existe. Afirmó que las personas no están entrenadas para escribir o hablar en un lenguaje inclusivo debido a que resulta muy difícil y, a veces, muy forzado.
Recordó que, con frecuencia, el lenguaje oral en tiempo real no ofrece tiempo de pensar en una alternativa para evitar hablar de manera sexista. Para salir del paso, explicó, decimos ‘las niñas y los niños’, ‘las mujeres y los hombres’, ‘los profesores y las profesoras’, y es muy cansado.
“Las feministas en el mundo nos hemos esforzado en buscar alternativas para decir las cosas de una manera inclusiva. Por ejemplo, solemos hablar del alumnado, del estudiantado, o la dirección, en vez de la directora o el director. Entonces, hemos buscado con mucho esfuerzo términos que tengan el mismo valor y los pudiéramos utilizar”, expresó la docente.
El nombre del software fue en honor a Capitolina Díaz, quien propuso la creación de este programa; mientras que su desarrollo e implementación estuvo a cargo de la Dra. Elvia González del Pliego, coordinadora del Programa de Género e Inclusión, y la Dirección de Informática y Telecomunicaciones de la IBERO.
En ese sentido, la Dra. González del Pliego compartió que en las universidades, una de las herramientas para fortalecer la transversalización de la perspectiva de género ha sido justamente la creación de manuales de lenguaje incluyente.
Por esta razón, en los departamentos de la IBERO está la intención de desarrollar esos manuales; pero al platicar con la Dra. Capitolina, se identificó que era importante la existencia de un software para promover el lenguaje incluyente, sobre todo en estos tiempos tecnológicos que se está viviendo en donde hay plataformas para todo.
“Me pareció una extraordinaria idea, es algo innovador, que no existía, y pensando en estas generaciones tan automatizadas y cibernéticas me pareció muy pertinente. Nos sirve mucho porque al momento de que empiezas a escribir, el programa modifica el texto y te das cuenta en donde está el error”, explicó.
CaDi funciona como el traductor de Google, en donde puedes colocar el texto y el traductor te da sugerencias. Pero hay que tener paciencia porque así como pasó con la famosa herramienta, la de la IBERO irá mejorando con el tiempo, a partir del uso, sugerencias y aportes.
De base son un poco más de 500 palabras escritas en ‘masculino’ con dos o tres opciones en lenguaje incluyente, es decir, el traductor ofrece cerca de 1500 palabras, con lo que se muestra que, efectivamente, “el lenguaje no es sexista”, como lo han apuntado especialistas de la RAE, pero sí la forma en la que se utiliza desde una práctica androcéntrica.
“Nuestro lenguaje tiene una gran riqueza que, si se quiere, se puede utilizar para reconocer la existencia, participación y aportaciones de todas las personas, y esto ha quedado demostrado con este traductor. La intención desde el Programa de Género es justamente contar con esta herramienta que apoye el proceso de transversalización que venimos haciendo en la IBERO desde hace muchos años”.
La Dra. Capitolina Díaz compartió que en la IBERO esta idea fue inmediatamente recibida. Asimismo, le resonó bien al Dirección de Informática y Telecomunicaciones, especialmente porque es una de las pocas conexiones fuertes entre inteligencia artificial e igualdad de género, y hoy en día son dos ámbitos con un peso importante.
“Corremos el riesgo de que la inteligencia artificial utilice como modelo único a los hombres. Entonces se muestra, con un ejemplo fácil al hacer este modelo, que una demanda de igualdad de género se concreta en un desarrollo capaz de establecer conexiones entre dos palabras que tienen un valor semántico equivalente. Estos algoritmos y modalidad de inteligencia artificial favorecen la igualdad de las personas, para hacer visibles a las personas que el lenguaje convencional oculta”, dijo Díaz.