Gonzalo Valenzuela Ramírez
Un profesor es el que te enseña,
un maestro es del que aprendes
-SÉNECA
Ser maestro; es ser luz, inspiración, esperanza, guía, ternura, disciplina, comprensión, reto y compromiso. Hay docentes que abrazan su vocación de manera heroica y otros que lo son por azares del destino, no alcanzan a ver la dimensión de su responsabilidad.
Se trata de ser formador, no sólo informador, cada estudiante es un pedazo de barro entre sus manos, después de los padres, el maestro es la persona que mayor influencia puede tener en la vida de un menor y perdura por el resto de su vida.
Deja que tus alumnos te enseñen, mantén tu mente abierta y nunca dejes de aprender, nunca pierdas la curiosidad, esa capacidad de maravillarte, de hacer divertido el aprendizaje, enseña con tu ejemplo, con tus actitudes y comportamientos.
Los aprendizajes significativos vienen de la mano de un maestro que reconoce las necesidades e intereses de los alumnos, de un maestro que permite la experimentación y jugar con las ideas, del que hace más preguntas, del que plantea más problemas, del que establece y mantiene un clima de confianza y respeto dentro del aula.
Reconoce que cada uno de sus alumnos es diferente, que cada uno tiene un estilo particular de aprender, observan, analizan y descubren esas características especiales, para facilitarles su aprendizaje, se interesan verdaderamente en ellos, cómo viven, qué les aflige, que les estimula, qué sueñan.
Decía Piaget, que todo aprendizaje se desencadena por el interés, si tu alumno no quiere aprender, si está desmotivado, será inútil tu esfuerzo de enseñar, primero investiga qué le sucede, qué es lo que está obstaculizando su curiosidad, tal vez las actividades que le propones son muy complejas, le frustran, o muy fáciles que le aburren, o quizá tenga algún problema familiar o emocional.
Ármate de múltiples y diversas estrategias didácticas, bombardea el conocimiento por todos los sentidos; vista, olfato, tacto, gusto, oído. Haz que lo hagan con sus manos, que lo vivan, que lo sientan, si es que deseas garantizar un aprendizaje exitoso. Ten presente que: si lo veo, lo recuerdo, si lo veo y lo escucho, lo asimilo, y si lo veo, lo escucho y lo practico, lo aprendo para siempre.
Una persona es producto de sus experiencias y de la forma cómo las maneja e interpreta, como docente puedes abrir o cerrar la mente de tus alumnos, pero sobre todo sus tiernos corazones; recuerda que tu influencia impactará a lo largo de sus vidas.
Aprende a enseñar para enseñar a aprender, despierta la sed y el hambre de saber en tus alumnos, motívalos a investigar, a ser responsables de sus aprendizajes. Sí, ya sé, no es nada fácil lo que estoy sugiriendo, eres un simple mortal que también se cansa y desanima, entonces empieza por ti. Echa más aceite a tu lámpara, renuévate y piensa que tu Misión, es un llamado de Dios.
Q
Saludos afectuosos y felicitaciones para las maestras y maestros en su día.
Gracias por tus comentarios y sugerencias en: oasis_govara@yahoo.com.mx