Gonzalo Valenzuela Ramírez
A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez
hemos necesitado que nos perdonen mucho
-JACINTO BENAVENTE
Como seres humanos estamos expuestos a cometer errores, si los capitalizas adecuadamente pueden convertirse en lecciones, ¿Cuántas estupideces has hecho en tu vida…? yo, muchas, y sigo aprendiendo. Lo más importante; hay que levantarse y aprender a pedir perdón, perdonar y perdonarte.
Hoy es momento propicio para reflexionar sobre el perdón, entiéndelo como un acto de liberación y sanación, que te permite soltar el resentimiento y la ira que has acumulado por las situaciones dolorosas vividas; abandono, decepciones amorosas, familiares o de alguna amistad.
Aprender a perdonar es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, pero al practicarlo, podrás experimentar una transformación profunda en tu vida. Los agravios y ofensas generalmente ocurren por inexperiencia, juventud o miedo… actuaron de acuerdo al nivel de madurez, consciencia y conocimientos que disponían en ese momento.
Ahora tú tienes dos opciones, una; continuar colocándote en el papel de víctima, acumulando y cargando por el resto de tu vida resentimiento, rencor y odio, maldiciendo tu suerte o bien; comprender, escuchar y perdonar.
Necesitas reunir el valor y el coraje de tomar esta decisión. Creo que no sólo ha sido difícil para ti, sino también para la parte agresora. ¿Sabes perdonar…? Tal vez pienses, yo no soy Dios para perdonar, pero también debemos aprender a perdonar, Jesús refiere en una parte del Padre Nuestro… “Perdona nuestras ofensas, así también como nosotros perdonamos a los que nos ofenden…” entiendo que estás muy lastimada por lo sucedido, pero debes de actuar, no reaccionar.
Cuando actuamos, quiere decir que estamos respondiendo a la situación con inteligencia, pero además siendo congruentes con los principios y valores que nos inculcaron, entre ellos; ser generosos y saber perdonar. Cuando reaccionas sólo te dejas llevar por los impulsos y emociones que te dominan en ese momento y que te producen tanto malestar. Perdonar significa liberar. Sal de esa prisión psicológica a través del perdón y pronto volverás a estar en paz y volverás a sonreír.
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