Por Mino D’Blanc
El viernes 6 de noviembre se transmitió por Azteca Uno el segundo programa de “MasterChef” edición 2020. En dicha emisión se notaron las primeras fricciones y enfrentamientos entre los participantes con los distintos retos individuales y en equipo y que la conductora Anette Michel dio a conocer, aunadas las exigencias de los chefs Betty, Adrián y José Ramón, quienes señalaron de manera puntual los errores imperdonables en cada uno de los retos a los que fueron sometidos.
La primera prueba de la noche fue en 10 minutos elaborar una salsa con ingredientes básicos de la cocina mexicana. En dicha prueba, el ganador tendría la ventaja de ser el primero en escoger a los integrantes de su equipo y el color del mandil que portarían para el primer reto de la noche. Los elegidos fueron Salime, Iker y Nicolás. Las opiniones por parte de los tres chefs coincidieron en que la mejor propuesta fue la de Nicolás por su técnica y manejo de productos, la de Salime quedó en segundo lugar.
Nicolás escogió el mandil rojo e integró a su equipo escogiendo a Iker, José Luis, Oswaldo, Rolando, Gonzalo, Itzel, David, Cuau y Soldado Esquivel. Salime portó el color azul y sus integrantes fueron Atilana, Adriana, Lizzi, Meche, Jorge, Erubiel, Isabel y La Inge.
El momento de dar a conocer el primer reto de la noche llegó; Joserra, Betty, Herrera en compañía del famoso chef invitado de la noche Sergio Camacho anunciaron que los dos equipos tenían que preparar y empacar 20 pizzas en un tiempo de 120 minutos, las cuales serían entregadas a domicilio en distintas colonias, además tuvieron que preparar cuatro pizzas adicionales que los chefs sorpresivamente les pidieron adecuadas al gusto de cada uno de ellos con ingredientes específicos dándoles 20 minutos más. El cincuenta por ciento de la calificación fue la de los clientes y el otro cincuenta la decisión de los cuatro chefs.
La votación de los clientes favoreció al equipo rojo aunque fue mínima la diferencia del equipo azul, mientras que los chefs decidieron que la mejor propuesta fue la del rojo a pesar de que tuvieron errores en los ingredientes que pidieron y no predominaban los sabores deseados.
Salime, capitana del azul fue señalada por sus compañeros de no tener el suficiente liderazgo para organizar y supervisar al equipo cometiendo el gran error de no entregar el pedido completo, situación que los llevó al siguiente reto y en el que ésta no estaría al tener la oportunidad de subir al balcón.
El siguiente reto de salvación fue ¨Preparación de Fritura Profunda¨, en donde sus platillos tenían que presentarse con la opción de proteínas y vegetales y debían de prestar total atención en el macerado y temperatura del aceite en el que someterían los alimentos.
En este reto las mejores propuestas para los tres chefs fueron las de Isabel, Jorge y Meche. Los menos favorecidos fueron Lizzi, La Inge, Adriana, Atilana y Erubiel, presentando fallas en los procesos de temperatura y cocción. La ganadora del reto fue Meche quien subió al balcón, los demás pasaron automáticamente al último reto.
El momento de anunciar el reto de eliminación llegó, se trataba de ¨Preparación de Pan¨ representado con la elaboración de una torta con ingredientes dignos de la cocina mexicana. La fermentación moldeado y horneado del pan sería determinante.
El primero en presentar su platillo fue Erubiel, su pan estuvo crudo, la segunda fue Atilana, su propuesta tuvo demasiados elementos. Adriana fue regular, la de Isabel tuvo buen sabor aunque un poco seca mientras que las de Lizzi y La Inge también resultó el pan seco, finalmente, Jorge tampoco logró convencerlos al presentar una torta con una salsa que no debía llevar.
Para el momento tan esperado de la deliberación y tomando en cuenta las degustaciones de la noche, el mixólogo Israel Díaz preparó un coctel específico para la digestión a base de piña, hierbabuena y jengibre al mismo tiempo que Betty, Joserra y Adrián tomaban la difícil decisión.
Desafortunadamente fue Jorge con su platillo de ¨torta ahogada¨ el menos favorecido y por ello, el segundo participante en abandonar su sueño de continuar en la competencia culinaria.