Leticia Ramírez Calderón. Renace el alma de la niñez

Leticia Ramírez Calderón, nace en la ciudad de Poza Rica de Hidalgo Veracruz, se identifica como un alma de pensamientos e ideas frescas que busca la trasformación del ser desde compartir conocimientos y generar entre ellos nuevas prácticas de interacción colaborativa en el desarrollo integral de las personas.

Graduada como Licenciada en pedagogía por la Universidad del Golfo de México, Campus Coatzacoalcos. Egresada de la Maestría en Necesidades Educativas Especiales en la universidad Jean Piaget de Veracruz, Doctorado en educación en la Universidad Jean Piaget de Veracruz, Diplomado en Terapia Cognitivo Conductual por la Universidad Veracruzana de Especialidades en Psicología, Diplomado en Evaluación Psicométrica infantil, Universidad Veracruzana de Especialidades en Psicología.

Actualmente Psicopedagoga en Educación de necesidades educativas especiales infantil y juvenil, conferencista, Directora del Grupo de desarrollo humano Crece fluye y Mueve tu mente.

Le gusta leer y escribir poesía, brindar apoyo Psicoterapéutico a través del dialogo e intercambio de ideas, reconectando al ser desde su propia naturaleza, a través de estrategias y técnicas psicopedagógicas fundamentadas en los valores, el amor, la empatía e interacción en las áreas cognitivo, conductual y emocional de las personas.

 

RENACE EL ALMA DE LA NIÑEZ

En el infinito Universo

surge invisible, valiosa y hermosa,

un alma blanca, pura e inocente,

invisible e imperceptible.

A su llegada

entona con delicada suavidad y tersura

cual lozano botón de flor

en plena primavera.

Un rayo de luz

ilumina la danza del nuevo amanecer,

el Universo conspira

un milagro concebido y admitido,

un regalo inesperado,

fulgurante invaluable resultado.

Creación del amor,

encuentro de luz que traspasa lo visible,

cubre con infinita pasión almas adyacentes,

protectoras e invencibles.

Creadoras del ser

a su imagen y semejanza,

amor benevolente

dicha, admiración, belleza

ante la chispa divina reluciente,

despliega sus ojos,

respira aliento de vida,

te obsequia el legado,

dominio esencial

recinto de Dios.

Un mundo infinito de amor,

un mundo de respeto y cariño.

Hoy, surge magia divina,

respuesta ante la vida,

ante la intuición

nace de un ser en tiempo presente,

no tardes niña,

hoy nace tu esencia,

en espíritu y presencia.

te siento, percibo tu aliento,

abrazo tu cuerpo y asiento,

surge niña radiante de luz

ilumina el Universo con dulzura.

Ahora eres alma,

bálsamo de amor,

fe y gratitud

en esta vida portentosa.